Islamabad - Ejecución capital para Asia Bibi, la mujer cristiana condenada a muerte por blasfemia y en espera de juicio ante el Tribunal Supremo; renuncia del Ministro de Justicia Zahid Hamid; liberación de los líderes religiosos islámicos detenidos: estas son algunas de las peticiones formuladas por los grupos radicales islámicos “Tehreek-i-Labbaik Ya Rasool Allah Pakistan” y “Sunni Tehreek” que hace días que iniciaron una protesta pública contra el gobierno paquistaní en las calles de Islamabad. Según la información de la Agencia Fides, en el sermón predicado el pasado viernes por los imanes cercanos a los grupos radicales, ante unos tres mil manifestantes, se amenazó con cometer ataques violentos, incluso contra la familia del Ministerio de Justicia o contra las personas acusadas de blasfemia. El año pasado, recuerda a Fides el abogado Cristiano Sardar Mushtaq Gill, quien también es víctima de amenazas, “unos 150 líderes religiosos radicales, en la audiencia del caso de Asia Bibi habían instado al gobierno a ejecutarla. El extremismo islámico está presente en la escena pública” señala.
En los últimos días, la policía ha intimidado a los activistas para que liberen inmediatamente la “Jinnah Avenue”, donde los manifestantes habían organizado una sentada de protesta no autorizada.
Después de los ataques terroristas registrados en los últimos años, las grandes asambleas públicas están prohibidas en Pakistán por disposiciones legales. Los manifestantes se trasladaron a otra zona de Islamabad, en un parque dedicado a acoger las protestas legítimas y pacíficas. La protesta estalló como resultado de la controversia surgida debido a la aprobación de la “Ley Electoral 2017”, que dispone cambiar la forma del juramento para los candidatos a cargos públicos: en una fórmula citada por el Profeta Mahoma, de modo que la expresión “Yo Juro solemnemente” se convierte en “yo creo”, para preservar la presencia y la credibilidad de los candidatos no musulmanes. La controversia, de carácter completamente político, ha sido tomada inmediatamente por grupos radicales como una ofensa a la religión islámica y al carácter islámico de la República de Pakistán. Tras presentar una apelación ante el Tribunal Supremo de Islamabad, la ley ah quedado suspendida por el Tribunal
Publicar un comentario