Diman – El bloqueo político-institucional que desde hace casi 14 meses impide la elección de un nuevo Presidente de la República libanesa aparentemente es un problema de “política interna”, pero en realidad se trata de una cuestión de “política externa”. De hecho, está influenciado por los conflictos locales y regionales, empezando por el de Siria, y se refleja en los conflictos entre entidades y estados sunitas y chiítas, respectivamente liderados por Arabia Saudita e Irán. Este es el escenario descrito por el patriarca maronita Bechara Boutros Rai durante una reunión con los representantes de la Liga Maronita en Australia, que ha tenido lugar este miércoles 8 de julio en la residencia patriarcal de verano de Diman. El error de los bloques políticos libaneses contrapuestos entre sí - según el Primado de la Iglesia maronita - es el de dejarse condicionar por los lazos de dependencia que cada grupo mantiene con los actores que participan en el re-posicionamiento global de los ejes de las fuerzas regionales. Mientras que de la crisis institucional y política sólo se puede salir poniendo el interés general por encima de los intereses personales o de grupo.
El delicado sistema institucional libanes reserva el cargo de Presidente de la República a un cristiano maronita. Los políticos cristianos, dividen su fuerza en bloques políticos opuestos y son incapaces de encontrar un candidato común en el que hacer converger su consenso .
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