Juba – El pasado 9 de julio, Sudán del Sur celebró su cuarto año de independencia. Desafortunadamente el aniversario se vio empañado por los conflictos étnicos que desde diciembre de 2013 ven enfrentarse entre si a las fuerzas gubernamentales del presidente Kiir, de etnia dinka, y las leales al ex vicepresidente Machar, de étnia Nuer. Hasta ahora, los enfrentamientos han causado más de 500.000 víctimas. Según una declaración del obispo emérito de Torit, Mons. Paride Taban, el país nunca había visto tantos miles de niños de la calle en la capital Juba, hurgando en la basura buscando algo para comer.
“Todos somos culpables de esta lamentable situación - dice el obispo - y tenemos que empezar de nuevo para reconstruir el país más joven del mundo, y conseguir que la población muera de vieja y no por la guerra”. Según un reciente informe publicado por Ayuda a la Iglesia Necesitada, muchas personas se ven obligadas a comer hierbas y frutas silvestres para evitar la inanición. Actualmente en el país hay más de un millón de niños desnutridos, dos millones de desplazados y 500.000 han huido al extranjero.
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