Faisalabad (Agencia Fides) – Pakistán debe despertar y tomar en serio la amenaza que representa la militancia talibana, formulando una estrategia adecuada para asegurar una paz duradera. El diálogo debe ir de la mano con una línea operativa clara de las fuerzas de seguridad para detener la violencia: lo han pedido los participantes en la “Marcha por la Paz”, que forma parte de la campaña “Bandera blanca”, lanzada por una amplia red de asociaciones de la sociedad civil de Pakistán. Los manifestantes han denunciado la “inacción del Estado y sus instituciones”, que han fracasado hasta ahora en su tarea de garantizar la seguridad de los ciudadanos. Según lo informado a la Agencia Fides, el evento, que se ha celebrado recientemente en Faisalabad, fue organizado por asociaciones como Peace and Human Development” (PHD), “National Minorities Alliance of Pakistan”, “Association of Women for Awareness & Motivation” (Awam).
La campaña “Bandera blanca” invita a todos los ciudadanos y las instituciones a izar banderas blancas en sus casas, oficinas y vehículos en señal de protesta pacífica contra el extremismo y la militancia. El desfile ha contado con la participación de personas de diferentes comunidades, origen y religión, estudiantes, abogados, representantes de sindicatos, partidos políticos y organizaciones no gubernamentales. Todos han llevado capuchas blancas o banderas blancas como señal de la voluntad de paz.
Suneel Malik, director de PHD, refiere a Fides: “El diálogo entre el gobierno y los talibanes ha sido hasta ahora confuso y poco concluyente. Una solución completa y satisfactoria para abordar las cuestiones de la militancia talibana podrá llegar sólo cuando todos los insurgentes serán introducidos en una plataforma para la negociación”. Un activista político, Robin Daniel dice: “El Estado, al tener conversaciones directas con los talibanes, parece haberles reconocido como una entidad legítima. Los militantes quieren arrastrar a Pakistán a la Edad de Piedra, y quieren imponer el imperio del terror”.
La directora de la asociación femenina “Awam”, Nazia Sardar, ha declarado: “La ciudadanía está cansada de oír hablar de conversaciones de paz con los talibanes; hasta el momento siete acuerdos con varios grupos militantes no han producido resultados concretos”.
Naseem Anthony, activista por los derechos humanos, uno de los organizadores de la campaña, ha comentado: “El diálogo debería ir de la mano con la acción sobre el terreno: dialogando con grupos dispuestos a parlamentar, mientras que se lanza una violenta represión contra los militantes que no entren en un proceso de diálogo y continúen cometiendo actos de terrorismo”.
Shazia George también opina que “para ser admitidos a las negociaciones, los talibanes deberían, como condición previa, deponer las armas, adherir a la Constitución de Pakistán, aceptar los derechos de las mujeres y las minorías religiosas”. El activista político Ashar Iqbal añade: “El diálogo con los grupos militantes debe mantenerse dentro de los parámetros de la Constitución. Las conversaciones de paz no pueden tener lugar junto a los actos de terrorismo. La violencia no puede quedar impune”. El coordinador de otra asociación, Iftikhar Ahmed, ha señala que “la verdadera batalla es cambiar la mentalidad militante muy extendida en la sociedad, proporcionando oportunidades a las personas”. (PA) (Agencia Fides 21/2/2014)
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