Abuja (Agencia Fides) - “La última masacre en el norte de Nigeria no me sorprende ya, porque Boko Haram sigue un patrón regular, destinado a aterrorizar a la población”, dice a la Agencia Fides Mons. Ignatius Ayau Kaigama Arzobispo de Jos y Presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria, al comentar el asalto llevado a cabo el 15 de febrero en la localidad de Izghe, en el estado de Borno (norte de Nigeria), presuntamente a manos de un grupo de Boko Haram. Según un informe inicial, al menos 100 civiles han muerto a manos de varios hombres en uniforme militar, que llegaron en algunos vehículos, asaltaron las tiendas y, después de haber cometido la masacre, huyeron hacia el bosque.
Borno es uno de los tres estados del norte de Nigeria, donde en mayo se impuso el estado de emergencia con el fin de facilitar las operaciones militares contra Boko Haram. Sin embargo, las formaciones guerrilleras han continuado sus acciones.
“Lamentablemente, las autoridades no han logrado cumplir con su tarea de garantizar la paz y la seguridad a los nigerianos en todas las áreas del país”, afirma Mons. Kaigama. “A pesar de los importantes esfuerzos y recursos invertidos para combatir estos grupos fanáticos, los políticos y los militares nigerianos aún no han logrado llegar al fondo del problema”.
El Arzobispo de Jos cree que “es necesario ir a la raíz del fenómeno”. “Creo que hay grupos externos a Nigeria que ofrecen una asistencia sofisticada a las formaciones radicales de Nigeria, o que están dentro de la propia Nigeria; la simpatía por estos grupos, o incluso por personas concretas, hacen posible que sigan estos ataques, al pasar información o de otros formas”, concluye Mons. Kaigama (L.M.) (Agencia Fides 17/2/2014)
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