El padre Cecil ha trabajado como misionero en la Compañía de Jesús en la India durante más de cuarenta años. "Aunque los cristianos en la India representan una minoría, son muy apreciados por las instituciones por su compromiso en los campos de la educación, la salud, el trabajo y, sobre todo, por su apoyo a los pobres y a los marginados". Por su parte, la Iglesia anima a los fieles a dialogar en un contexto pluralista como el de la India, donde conviven diferentes confesiones, lenguas y culturas: "Es necesario caminar junto con otras religiones, para compartir los desafíos sociales y promover la convivencia pacífica en la sociedad", señala el religioso.
"La Iglesia tiene como objetivo llevar la buena voluntad y el entendimiento entre los diversos grupos religiosos y hacer florecer la paz en los corazones de las personas", señala.
En cuanto a los desafíos de la evangelización en el contexto indio, "uno de los aspectos cruciales es proponer un estilo de vida inspirado en el Evangelio, que pueda manifestarse en el pensamiento y en las costumbres de un pueblo. A la percepción de la misericordia de Dios corresponde la acción a la que el hombre está llamado. En los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola -explica- hay una expresión muy característica a este respecto, que está contenida en la contemplatio ad amorem: Dios trabaja y trabaja para mí en todas las cosas creadas sobre la faz de la tierra. Esto significa que el Señor es el guardián de la creación y acompaña al hombre en su camino de fe". Es precisamente en este camino -concluye- donde se concreta la acción fundamental del anuncio cristiano, el corazón del Mes Misionero Extraordinario".
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