Conakry - La ONU, la sociedad civil, varias organizaciones de la comunidad africana han compartido y difundido un llamamiento a favor del diálogo político en Guinea después de las protestas callejeras y los disturbios durante los que la policía mató al menos a nueve personas. El país está prácticamente bloqueado y se han registrado desapariciones y violaciones de los derechos humanos. Las protestas contra el presidente Alpha Condé, en el cargo desde 2009, continúan en la capital por su proyecto de revisión constitucional que allanará el camino para su candidatura a un tercer mandato en las elecciones presidenciales de 2020.
Las últimas elecciones locales en Guinea tuvieron lugar en 2005. La siguiente ronda, programada para 2010, se sometió a una serie de aplazamientos en 2014, 2016 y 2017. Las elecciones se celebraron finalmente el 4 de febrero de 2018 en un clima de tensión y violencia.
“La lucha por la democracia en África no debe ser la lucha de un solo pueblo, sino la de toda África, de todos los pueblos africanos sin distinción”, explica a Fides el misionero y teólogo de la Sociedad de Misiones Africanas, el padre Donald Zagore. “Es una lucha por la paz, por lo tanto, por el desarrollo. La gente en África tiene sed y hambre de desarrollo. La gente sufre debido a la inconsciencia de los políticos africanos que siguen decididos a proteger sus poderes políticos. Las elecciones no deben ser una maldición para África. Debemos dejar de convertir este continente en la tumba de la humanidad”, insiste.
En Guinea hay varios grupos étnicos, los dos principales son Malinké y Peuhl, a menudo protagonistas de enfrentamientos por razones políticas. La mayoría de las fuerzas de seguridad son de etnia Malinké y esto significa que los principales enfrentamientos tienen lugar entre la policía y la población civil .
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