Vechoor - Un sacerdote indio católico ha hablado delante de una asamblea de fieles musulmanes, reunidos en la mezquita en la oración del viernes, para agradecer por la ayuda humanitaria recibida después de las recientes inundaciones de Kerala. Como le fue reportado a Fides, el padre Joseph Puthussery visitó la mezquita de Juma, en Vechoor, en el distrito de Kottayam, en Kerala , por invitación del imán local. El sacerdote dijo que, con un espíritu de solidaridad, muchos fieles musulmanes se han movilizado y han ofrecido alimentos y asistencia a las víctimas de las inundaciones que tuvieron que refugiarse en su iglesia, ubicada en la arquidiócesis de Ernakulam-Angamaly.
La iglesia de San Antonio en Achinakom en el distrito de Kottayam, ofreció refugio y protección a más de 580 personas sin hogar, víctimas de las inundaciones que afectaron a 12 de los 14 distritos de Kerala a mediados de agosto. Las estructuras cristianas han hecho de todo para ayudar a los desplazados aun en medio de la escasez.
"Fui directamente a la mezquita, conocí al imán y le pedí ayuda. Por invitación del imán, después de los rezos, los hermanos musulmanes vinieron a la iglesia con una gran cantidad de alimentos y agua", le dijo el padre Puthussery a Fides. Por varios días, los musulmanes han proporcionado asistencia humanitaria a personas sin hogar. "Además de agua y comida, los jóvenes musulmanes han traído medicamentos", señala el padre Puthussery.
Ahora, después que la emergencia ha cesado, las autoridades de la mezquita han tenido otro gesto insólito y profético: ofrecerle a un sacerdote cristiano el púlpito, que usualmente está reservado a un "maulavi" , quien lo utiliza para dirigirse a su pueblo.
El sacerdote dijo a los creyentes: "No tengo palabras para expresar nuestro agradecimiento a los hermanos musulmanes por el generoso apoyo que nos han ofrecido durante el período de dificultad". En una intervención de diez minutos, dijo: "Aunque las inundaciones nos quitaron muchos objetos de valor, también se llevaron muchos males sociales. El diluvio también había derrumbado los muros que nos separaban, el orgullo en nuestros corazones. Nos quitó el sentido de la autosuficiencia". El padre Puthussery recordó el llamado del papa Francisco a "construir puentes, no muros", haciendo hincapié en la necesidad de continuar la cooperación interconfesional para promover la armonía en la sociedad. "Este vínculo fraterno debe mantenerse: tenemos que transmitir a las nuevas generaciones los valores que hemos redescubierto a través de esta calamidad," agregó.
Niyaz Nasser, uno de los más de 250 musulmanes presentes en la mezquita declaró, en medio de la sorpresa, que se vivió "una experiencia diferente y conmovedora. "Fue un momento de gran alegría y orgullo, que nos da esperanza para un futuro brillante", añadió.
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