ASIA/PAKISTÁN - Otra víctima cristiana entre los trabajadores de las alcantarillas

Agenzia Fides Karachi - Shehzad Mansha Masih era un muchacho cristiano residente del distrito de Korangi en Karachi. Al igual que muchos cristianos paquistaníes, trabajaba como limpiador del sistema de alcantarillado. Mientras se ocupaba de este trabajo limpiando la línea de alcantarillado principal, sin ningún equipo específico u otras medidas de seguridad, durante la limpieza de un pozo, se produjo una fuga de gas tóxico en la red. Shehzad inhaló gas venenoso, desmayándose y perdiendo la vida como consecuencia. Dada la presencia de tales gases, nadie pudo rescatar de inmediato a Shehzad y solo después de varios minutos pudo ser extraído y llevado al hospital, donde murió.
Los limpiadores de alcantarillas públicas como Shehzad a menudo están expuestos a gases tóxicos. Shehzad no es la primera víctima: accidentes de este tipo suceden a menudo, pero los departamentos pertinentes no se molestan en proporcionar medidas de precaución para salvar las vidas de los trabajadores, casi todos cristianos. En junio de 2017, el caso de Christian Irfan Masih, de treinta años, también empleado público, que había inhalado gases tóxicos en la ciudad de Umerkot en Sindh, murió en el hospital porque un médico musulmán se negó a atenderlo. En julio de 2017, otros tres trabajadores cristianos murieron en Lahore por respirar gases tóxicos mientras limpiaban un canal bloqueado en un suburbio de la ciudad. Tampoco tenían equipo adecuado y las operaciones no cumplían con los estándares de seguridad.
Los trabajadores a menudo están mal equipados y permanecen expuestos a condiciones potencialmente letales. El 90% de los trabajadores que participan en la limpieza de lugares públicos en Pakistán, incluidas las alcantarillas, son cristianos. Se tarta de trabajos que los musulmanes rechazan. Es un “doble estándar”, dice la Comisión “Justicia y Paz” de los Obispos paquistaníes y “un trato discriminatorio reservado a las minorías religiosas”.
“Para los no musulmanes, la vida en Pakistán es un doble golpe. No solo son ciudadanos de segunda clase por el simple hecho de que no son musulmanes – a pesar de que el fundador de la nación, Ali Jinnah, nunca habría compartido este enfoque -, sino también porque una gran parte de ellos pertenece a las castas inferiores, en una sociedad donde la discriminación por castas todavía está presente”, explica Yaqoob Khan Bangash, profesor musulmán de la Universidad de Lahore, a la Agencia Fides.
La Comisión “Justicia y Paz” de la Conferencia de Superiores Mayores de Pakistán, en Multán, proporciona asistencia legal gratuita a cientos de trabajadores cristianos involucrados en el servicio de limpieza y ayuda a fundar asociaciones para proteger sus derechos. Las empresas de gestión de residuos o de limpieza de lugares públicos a menudo los contratan como jornaleros, negándoles los derechos de un trabajador permanente. Los salarios generalmente se pagan con retraso. La ley de seguridad social garantizaría una indemnización para los que mueran “por razones de servicio”, pero esta ley a menudo no se respeta en los casos de víctimas cristianas.
La práctica de reservar estos trabajos para los no musulmanes también se promueve públicamente en los anuncios de empleo público . Dos ONG, la “Comisión de Derechos Humanos de Pakistán" y la "Organización de Derechos Humanos de los niños y los trabajadores” lideran una investigación específica sobre la discriminación de las minorías religiosas en los lugares de trabajo públicos en Pakistán .
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