Santiago de Chile - Una llamada a la esperanza, a «seguir levantándose después de los derrumbes», a no dejar de creer en el poder transformador de Dios Padre, a «trabajar por la paz». Y a decir «no a la violencia que destruye». Buscando «caminos de dialogo para la unidad». Estando atentos a todas las situaciones de injusticia y a las nuevas formas de explotación, a la precarización del trabajo que destruye vidas y hogares, a los que se aprovechan de la irregularidad de muchos inmigrantes. Y todo ello sin olvidar que «todos somos importantes y todos tenemos algo que aportar». Estos son algunos de los temas que han señalado los peregrinos y voluntarios de la visita apostólica del Papa Francisco a Chile que ha tenido tenido lugar del pasado 15 al 18 de enero.
Tres días en los que el Santo Padre ha celebrado tres eucaristías masivas y diversos encuentros en tres ciudades del país: Santiago, Temuco e Iquique. Y en los que ha sido acompañado por casi un millón y medio de personas. Los 20 mil voluntarios papales, como ha declarado a la Agencia Fides Ronald Bown, director del Área de Voluntariado de la Comisión Nacional para la Visita del Papa Francisco a Chile “han trabajado de forma heroica, trasnochando, con hambre, pero siempre entusiastas, transmitiendo a todos los peregrinos, con esfuerzo, sacrificio y alegría, una misión de servicio y oración”.
“El Papa nos ha hablado de la esperanza, de mantenernos firmes a pesar de las adversidades” – dice a la Agencia Fides Jaime Espinoza, uno de los 400 mil peregrinos presentes en la Misa en el Parque O’Higgins, en Santiago el martes 16 - “Nos ha recordado que debemos ser hermanos, como sociedad chilena, aunque seamos diferentes debemos ser tolerantes y respetuosos del otro. Debemos trabajar por la justicia y poner misericordia en nuestras palabras y actos” afirma recordando la invitación lanzada por el Papa durante la homilía a trabajar por la paz.
En el Aeródromo de Maquehue, en Temuco, el miércoles 17, ante 200 mil personas, el Papa invitó de modo especial a todos a ser artesanos de la unidad, recuerda a la Agencia Fides Sebastian Corana, uno de los participantes, añadiendo “Temuco es una zona marcada por el conflicto; después de escuchar el mensaje del Papa Francisco, cada uno de nosotros está llamado, desde su ambiente, a ser dialogante y tender puentes para alcanzar la paz que tanto se necesita”.
Durante la tarde del miércoles el Papa volvió a Santiago para encontrarse con los más de 50 mil jóvenes en el Santuario Nacional de Maipú, además de las más de 900 mil personas que salieron a las calles sólo para ver pasar al Papa. Durante el encuentro las palabras de San Alberto Hurtado fueron las protagonistas de la invitación que lanzo el Papa Francisco: “chicos, quieran a su Chile” y preguntarse siempre “¿qué haría Cristo en mi lugar”
“La Misa en Lobito fue un palpar la unidad en la diversidad de la Iglesia. Tantos carismas, movimientos eclesiales y espiritualidades rezando juntos con Francisco por un Chile más acogedor y alegre” dice a Fides María Graciela Garrido una de los casi 100 mil peregrinos presentes en Iquique para participar en la Misa celebrada por el santo Padre en el Campus Lobito, en su último día en Chile, una celebración que marcada por la importancia de los inmigrantes en el país en la que le Papa recodado que “la apertura a los inmigrantes y a los forasteros es un signo de que Cristo está actuando en nuestros corazones”
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