Roma - “En el sur de Camerún el porcentaje de católicos es muy alto. Hay una gran cantidad de parroquias bien organizadas con buenas instalaciones. He visto iglesias nuevas y otras en construcción. El sur tiene un número de sacerdotes superior a sus necesidades, mientras que en el norte son escasos", dice a Fides, el p. Fernando Domingues, misionero comboniano, secretario general de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol, que acaba de regresar de una serie de encuentros con la Iglesia local en Camerún. El padre Domingues ha concedido a la Agencia Fides la siguiente entrevista.
¿Cómo se puede gestionar un número tan elevado de vocaciones concentradas en una sola parte del país?
He sugerido que se establezcan Fidei Donum internos, para que las diócesis con una gran cantidad de sacerdotes puedan ayudar a los del norte. De hecho, en algunas diócesis del sur las parroquias están casi saturadas de sacerdotes, tanto es así que un vicario general me dijo que le es difícil encontrar un lugar para los nuevos sacerdotes, porque además las parroquias pueden sostener económicamente a un sacerdote pero no alcanzan si son dos o tres
La Iglesia en Camerún también puede tomar el ejemplo de Baba Simon, al siglo Simon Mpeke , un sacerdote del sur de Camerún que a finales de los años 50 del siglo pasado había pedido ser enviado a un área de evangelización en el norte de Camerún, en la diócesis de Maroua-Mokolo. Baba Simon dio un magnífico testimonio del compromiso misionero de la primera evangelización y de la vida junto a la población local; iba descalzo, había elegido vestirse como la gente pobre que evangelizaba. La diócesis de Maroua-Mokolo ha comenzado el proceso de beatificación y los obispos de Camerún lo proponen como modelo de un sacerdote diocesano lleno de un espíritu misionero vivido de una manera casi heroica. La segunda indicación que me he permitido ofrecer a la Iglesia de Camerún es que dada la abundancia de seminaristas, los obispos junto con los formadores tienen la posibilidad de elegir los mejores candidatos para el sacerdocio, ya que este último no es un derecho de la persona sino un servicio a la Iglesia. Una línea de tendencia que ya está en acto. El problema es encontrar las modalidades para un proceso de acompañamiento personal de cada seminarista individual, para que haya un discernimiento que ayude a los candidatos a entender si el Señor realmente los llama al sacerdocio o en cambio a otra vocación.
En esta situación, ¿las congregaciones misioneras todavía están presentes en Camerún?
Sí, pero en el sur, se trata de presencias especializadas, sobre todo son directores espirituales o maestros en los seminarios, mientras que hay muy pocas parroquias administradas por los misioneros, dada la abundancia de clérigos locales. Sin embargo en el norte, dada la escasez de sacerdotes locales, todavía hay espacios para actividades misioneras de primera evangelización y asistencia a las parroquias. En cuanto a las actividades misioneras de los sacerdotes cameruneses, no hay un movimiento organizado de Fidei Donum para ser enviado al extranjero, pero si que existen muchas iniciativas de carácter individual para enviar sacerdotes locales a otros países fuera de Camerún. Todavía hay una fuerte presencia de congregaciones misioneras que tienen varios candidatos locales que constituyen una fuerza misionera que opera tanto en Camerún como en otros países. Es una realidad muy importante, tanto que precisamente en Camerún se ha realizado un simposio africano sobre la vida religiosa en estos días en el que han participado el Cardenal João Braz de Aviz, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, seguido por la Asamblea de los Superiores Mayores Masculinos y Femeninos.
Las regiones anglófonas del país han estado en crisis durante algún tiempo e incluso han declarado una independencia simbólica. ¿Cómo vive la Iglesia esta situación?
Por razones históricas, la gran mayoría de la Iglesia es francófona. Sin embargo, hay dos áreas en el noroeste y sudoeste que son de habla inglesa y que desde un punto de vista social han sentido durante mucho tiempo la necesidad de autonomía que recientemente ha conducido a tendencias independentistas. A nivel de Conferencia Episcopal se están realizando esfuerzos para construir la comunión eclesial entre las dos componentes lingüísticas. Por ejemplo, en el último Seminario anual de los Obispos de Camerún en el que participé, quedó muy claro el compromiso de garantizar que todos puedan entender todo, con varios documentos escritos en francés e inglés. Donde fue necesario hubo traducción simultánea directa. La Iglesia se esfuerza por ser un elemento de unión nacional. Nuestro Director Nacional, que es hablante nativo de inglés, me dijo que cuando está en presencia de francófonos, siempre trata de hablar francés, y lo mismo tratan de hacer, los hablantes francófonos intentado hablar con él en inglés.
Publicar un comentario