Ciudad de Panamá – “Reclusión no es lo mismo que exclusión, hay muchos elementos que juegan en contra de los reclusos: el hacinamiento, la lentitud de la justicia, la falta de una estrategia ocupacional, la violencia... Hermanos y hermanas reclusos, nuestras acciones tienen consecuencias, y esto debe ser la gran lección que aprender en este lugar”, ha dicho el arzobispo de Panamá, Su Exc. Mons. José Domingo Ulloa, durante la misa celebrada en el centro de detención Tinajitas, ayer, domingo 6 de septiembre”.Mons. Ulloa ha destacado que todos los prisioneros deben ser parte de un proceso de re-inserción en la sociedad.
Según la nota enviada a la Agencia Fides, Mons. Ulloa también ha pedido a los reclusos de esta prisión, que se arrepientan, y abran el corazón a Dios: “El pecado no es un mal cualquiera, el pecado es adorar al ídolo del orgullo, de la vanidad, entonces tenemos que pedir disculpas sinceramente de corazón, a los que hemos hecho del mal”. “El detenido no es sólo el que está detrás de las rejas”, ha dicho recordando que hay personas que viven con la vanidad y la codicia, de hecho, “hay personas que viven dentro de la prisión del orgullo”.
La Iglesia, con la Pastoral de Prisiones y la presencia de los religiosos en las cárceles, lleva a cabo una labor de reinserción en la sociedad de muchos detenidos. En las prisiones también hay muchos voluntarios comprometidos con la educación y la salud de los presos.
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