Bhubaneswar (Agencia Fides) – Los cristianos de Orissa que sufrieron los actos de violencia y las masacres en 2008 son víctimas de una segunda injusticia: las indemnizaciones asignadas hasta la fecha por las instituciones son inadecuadas. Lo denuncia un nuevo informe enviado a la Agencia Fides por la Iglesia de Orissa. El informe titulado “Indemnizaciones injustas: evaluación de los daños a la propiedad privada durante la violencia contra los cristianos en Kandhamal” ha sido realizado por un grupo de organizaciones de la sociedad civil, como el “Centre for Sustainable Use of Social and Natural Resources” (CSNR) de Bhubaneswar y la “Housing and Land Rights Network” (HLRN), que lo han presentado con el apoyo de las iglesias cristianas y la Cruz Roja de la India.
El informe, enviado a la Agencia Fides, presenta una evaluación detallada del impacto para determinar el alcance real de los daños (en términos de vidas humanas y hogares), como resultado de la violencia anti-cristiana que ocurrió en Kandhamal. En los “pogrom” del 2008, más de 400 aldeas fueron “limpiadas” de todos los cristianos: más de 5.600 casas y 296 iglesias fueron quemadas, los muertos llegaron a 100 (aunque el gobierno sólo reconoce 56), miles de heridos, varias mujeres violadas (incluida una religiosa), 56.000 hombres, mujeres y niños quedaron sin hogar. Son “totalmente insuficientes”, señala el informe, las indemnizaciones ofrecidas por el gobierno de Orissa por la gente que murió y por las casas destruidas, así como por todos los bienes presentes en los hogares (incluidos documentos, tales como certificados de estudios, certificados de propiedad, etc), por la pérdida de ganado y maquinaria agrícola.
El informe enumera los bienes destruidos y tiene en cuenta el llamado “impacto de expulsión”, indicador que evalúa las pérdidas sufridas por el desplazamiento forzado de familias: las pérdidas, dice el estudio, “son inmensas”.
El texto, con el apoyo de la sociedad civil y de las iglesias en Orissa, insta al gobierno a aceptar la nueva evaluación y asignar una indemnización adecuada, asegurando la “reparación integral” a las personas que han visto sus vidas patas arriba después de la violencia. Se pide, en particular, el apoyo financiero para proporcionar educación a los niños cuyo programa de formación fue bruscamente interrumpido y se pide al Gobierno de Orissa que implemente una “estrategia a largo plazo” para proteger y promover el laicismo, los derechos humanos, la armonía entre las diferentes comunidades. (PA) (Agencia Fides 10/6/2013)
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