Lusaka (Agencia Fides) -“Aunque no podemos comerla, una buena Constitución nos garantiza que haya comida en nuestras mesas, medicinas en los hospitales y educación de calidad en nuestras escuelas”, ha dicho el 11 de junio el p. Cleofás Lungu, Secretario General de la Conferencia Episcopal de Zambia, durante una reunión de las organizaciones no gubernamentales que participan en el seguimiento del proceso de revisión constitucional.
El p. Lungu ha querido así destacar que para la Iglesia Católica la nueva Constitución no debe ser un fin en sí mismo, sino que debe ser un paso más en el desarrollo humano, especialmente para los más pobres. “Zambia ya no pueda darse el lujo de ver los recursos nacionales desperdiciadas (..). Sí, para nosotros, una nueva Constitución es una necesidad, porque la vemos como un instrumento de desarrollo social, económico y político”.
Por este motivo, el Secretario General de la Conferencia Episcopal ha acogido con satisfacción el acuerdo alcanzado por las organizaciones de la sociedad civil (que colaboran con la Iglesia Católica) para establecer los estándares mínimos que debe cumplir la nueva Constitución, que luego se remitirán al Comité encargado de escribirla.
“Debemos permanecer vigilantes y alerta”, ha añadido el p, Lungu. “La experiencia ha demostrado que no podemos confiar todo el proceso de revisión constitucional en manos de los políticos. Hay que recordar que los eventos malvados ocurren cuando la gente buena se queda en silencio” .
Zambia ha modificado su Constitución en cuatro ocasiones desde 1964, año de la independencia de Gran Bretaña, ya que los sucesivos gobiernos han reformado la Constitución para silenciar a la oposición y mantenerse en el poder. La que ahora está en discusión, si es aprobada, se convertiría en la quinta Constitución del país en medio siglo de independencia. (L.M.) (Agencia Fides 13/6/2013)
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