Varsovia – Los niños y jóvenes de la Infancia Misionera Polaca, a través de la iniciativa tradicional de los “Cantores de la Estrella Misionera”, que ha llegado a su 24ª edición, este año quieren ayudar a sus coetáneos que viven en medio a las dificultades en Siria y el Líbano. Durante el lanzamiento de la actividad de Navidad, que ha tenido lugar en la sede de la Secretaría de la Conferencia Episcopal, los niños de Nawojowa han presentado un pequeño espectáculo que realizarán durante la Navidad en sus parroquias.
Los preparativos para la realización de este proyecto comenzaron en las escuelas y parroquias de todo el país desde el mes de septiembre. Disfraces de colores, accesorios, instrumentos musicales, una hucha y una estrella con el logotipo de la Infancia Misionera son el equipaje de los cantores polacos que han preparado todo utilizando sus talentos.
Las familias recibirán la visita de los niños en grupos de cinco, vestidos de María, pastores, ovejas, reyes y de un niño de Siria. Para agradecer la acogida y el apoyo del trabajo misionero, los Cantores dejarán un pequeño recuerdo en las casas, en forma de manos juntas abiertas. Este símbolo hace referencia al gesto de transmitir el signo de la paz, a la disponibilidad de ayudar fraternalmente y a la amistad. De hecho, el misionero nunca cierra las manos, sino que las abre a los demás.
“Ningún niño debería sufrir nunca debido a la envidia y los conflictos entre adultos, por lo que los niños polacos alzan la voz sobre la necesidad de actuar por la paz en el mundo”, explica Anna Sobiech, Secretaria Nacional de la Infancia Misionera en Polonia, en la nota enviada a la Agencia Fides.
El año pasado, los niños de la Infancia Misionera, gracias a los fondos recaudados a través de la acción de los Cantores de la Estrella, los obsequios para la primera Comunión y las huchas personales, pudieron ayudar a sus coetáneos en Tailandia, Ruanda, Tanzania, Ecuador, República Democrática del Congo, Ghana, Malawi, India, Indonesia, Albania y Sri Lanka.
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