Yakarta – “En este momento estamos preocupados. Nuestra unidad como nación indonesia podría romperse. La inquietud y la preocupación se hacen cada vez más presentes en los últimos años. Hay quienes, vagamente o sin vergüenza, se sienten tentados a seguir diferentes formas y modos de los citados en la Carta base de nuestra nación, la Pancasila. Hemos visto en muchos actos y eventos: en una competencia política malsana que justifica cualquier medio; en el fanatismo que explota la religión sin escrúpulos y de muchas otras maneras. Bajo tales condiciones, el deseo de nuestra nación de crear convivencia y paz se hace difícil de lograr”: es un pasaje del llamamiento conjunto lanzado por la Conferencia Episcopal Católica de Indonesia y por la Comunión de Iglesias en Indonesia, que reúne a los obispos protestantes. El habitual mensaje conjunto, con motivo de la Navidad firmado por los obispos católicos y protestantes, enviado a la Agencia Fides, se titula: “Dejad que la paz de Cristo reine en los corazones” . El Arzobispo Ignatius Suharyo de Yakarta y el obispo Antonius Subianto Bunjamin de Bandung, respectivamente Presidente y secretario general de la Conferencia episcopal católica firman el texto, junto con Henriette T.H. Lebang y Gomar Gultom, respectivamente Presidente y Secretario general del Consejo de los obispos protestantes.
Los líderes cristianos muestran su aprensión: los altos ideales de la nación indonesia, tal como se expresa en el preámbulo de la Constitución de 1945 – se dice en el texto - destinados a “crear unidad, justicia social y paz, no solo entre nosotros, sino también en todo el mundo, todavía necesitan nuestra lucha común. Todavía necesitamos organizar y ajustar constantemente el sistema y el mecanismo de la democracia, para realizar concretamente nuestros ideales comunes. Y no es fácil”, se agrega en el mensaje.
Los fieles cristianos indonesios, una parte integral de la nación “son solo un pequeño rebaño”: “No podemos resolver todos los problemas a los que nos enfrentamos confiando solo en nuestras fuerzas. Es hora de que dejemos que la paz de Cristo reine en nuestros corazones. La paz de Cristo, que reina en nuestros corazones, es una fuerza que une y derriba el muro de la división . Solo con la paz de Cristo en nuestro corazón podremos abrirnos, acoger y dar la bienvenida a nuestros conciudadanos y mantenernos unidos, avanzando juntos hacia un futuro más luminoso”.
El mensaje insta a los cristianos a contribuir “con la unidad, la hermandad, la verdad, la justicia y la paz, minimizando la brecha entre ricos y pobres”, ayudando a erradicar la corrupción derribando las barreras creadas en nombre de la etnia o la religión. “Es un mandato evangélico que estamos llamados a cumplir en nuestra tierra indonesia”, dice el texto.
El último pasaje remarca “la armonía y hermandad entre los cristianos”, elogiando el trabajo de la Comisión Luterana y Católica por los 500 años de la Reforma, y espera que la celebración de la Navidad sea una oportunidad para desarrollar la capacidad de acoger las diferencias
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