Brasilia – El arzobispo de Brasilia y presidente de la Conferencia Episcopal Nacional Brasileña , el cardenal Sergio da Rocha, recibió a representantes de los movimientos populares involucrados en las movilizaciones contra la reforma de la Seguridad Social en la mañana del martes 12 diciembre. El grupo de agricultores y miembros de las Comisiones de Justicia y Paz presentaron la iniciativa de movilización y sensibilización, marcada por la huelga de hambre, que tuvo lugar hace ocho días a la entrada de la Cámara de Diputados. También estuvieron presentes en la reunión los responsables de las Comisiones Episcopales para la pastoral de la Acción Social y los Laicos. El Cardenal dio prioridad a escuchar a los representantes, y esta actitud fue descrita por los presentes como un gesto humano, de solidaridad y, sobre todo, la de un Pastor.
Bruno Pilon, de los movimientos de los pequeños agricultores, dijo que los grupos analizaron el contexto brasileño, en el cual está la propuesta de enmienda a la Constitución no. 287/2016, sobre la reforma de las pensiones, y señaló que los trabajadores brasileños ven en este cambio la retirada del "derecho más valioso, que es la jubilación social, es decir, la seguridad social".
De acuerdo con Pilon, los movimientos no han encontrado otra manera de atraer la atención y para exigir la retirada de la agenda de este proyecto, y después de más de siete días de huelga de hambre, los manifestantes aún no han sido recibidos por el presidente de la Cámara de los Diputados, que tiene la intención de someter la cuestión a votación el 19 de enero.
El fraile franciscano Sérgio Görgen, y Josi Costa y Leila Denise, miembros del movimiento de pequeños agricultores participaron en la huelga de hambre durante ocho días. Los tres miembros, que representan a 300.000 familias campesinas brasileñas, tratan de evitar el gran daño que haría la aprobación de la reforma de la seguridad social, lo que se puede convertir en una tragedia social, y haría imposible el derecho a la jubilación de los agricultores, indígenas y quilombolas. Otros grupos también se han sumado a esta protesta en Sergipe, Rio Grande do Sul y Espírito Santo, y cuatro personas se han unido a la acción en Brasilia.
El cardenal Sergio da Rocha destacó la importancia del diálogo entre la Iglesia y la sociedad, en particular con los movimientos populares, y de estos movimientos con el gobierno, para promover la paz. En cuanto al papel de la Iglesia en el contexto de las reformas llevadas a cabo, el Presidente de la CNBB dijo que tienen "grandes implicaciones para la vida de nuestro pueblo", y que la Iglesia siempre quieren defender los derechos de la población, especialmente a los más vulnerables.
En este asunto, la Iglesia juega un papel de liderazgo, no solo por la transparencia en el diálogo sobre la defensa de los derechos de la población, sino también como presencia en todos los niveles de la sociedad brasileña. Como se refleja en varios comunicados de prensa publicados en estos días por parte de organizaciones, religiosos y laicos: la Familia Franciscana , la Conferencia de religiosos de Brasil, publicado por el sitio web de las OMP , la de la Comisión para la Pastoral de las Tierras y la de Caritas Brasil. De las últimas noticias nos enteramos que la votación se pospuso hasta el 19 de febrero para discutir seriamente la disposición, pero en varias ciudades del país ya se han organizado y realizado protestas.
Publicar un comentario