Nueva Delhi - “Los episodios de intimidación hacia los cristianos, en vista de la Navidad, y las palabras de odio presentes en las redes sociales o las inventivas en los periódicos son un hecho muy triste para nuestro país, conocido por su tolerancia y vida armoniosa. ¿Qué pensará el mundo de un país con miles de años de civilización? ¿Y el gobierno indio realmente se toma en serio la reducción de estas bandas amenazantes y su propagación en todo el país? ¿O estos elementos están tomando el poder, inspirados por lo que declaró el Primer Ministro de Uttar Pradesh, que definió la laicidad del estado como algo “falso”? Es hora de que el gobierno sea consciente de los peligros que nos esperan si estas tendencias continúan”: así lo declara a la Agencia Fides Mons. Theodore Mascarenhas, Secretario General de la Conferencia Episcopal India , expresando la seria preocupación de los obispos indios por los diversos episodios de intolerancia anticristiana, que están ocurriendo en vista de la Navidad en diferentes partes de la India. El obispo también señala la “campaña de odio” contra las minorías religiosas, que se propaga en las redes sociales y en la web, alimentada por la propaganda de grupos extremistas hindúes, nacionalistas y violentos.
Entre los episodios más impactantes, el 18 de diciembre, personas no identificadas atacaron una iglesia en Kerala después de unas presuntas acusaciones de que allí se “operaban conversiones religiosas”. Este incidente ocurrió en la Iglesia de la India del Sur, ubicada en Kuttamala, a unos 35 km al este de Thiruvananthapuram, capital de Kerala. Los militantes destruyeron los muebles y destrozaron las instalaciones, pero aún no han sido identificados. Unos días antes, un pastor de la misma iglesia fue atacado y herido en la cercana Amboori, por la misma acusación.
En los últimos días, la policía de Madhya Pradesh arrestó a un grupo de seminaristas y sacerdotes católicos mientras cantaba himnos navideños tradicionales a Satna, acusándolos según la draconiana “ley anticonversión” vigente en el estado. La maniobra fue alentada por grupos extremistas hindúes. Y en el estado de Uttar Pradesh, el grupo “Hindu Jagran Manch” ha advertido a las escuelas dirigidas por cristianos en la ciudad de Aligarh de no celebrar la Navidad: las celebraciones o fiestas se consideran “incitación a la conversión”.
Esta violencia en vista de la Navidad no es nueva en India. En 2014, seis meses después de la elección del primer ministro Narendra Modi, el gobierno de la Unión había declarado que el 25 de diciembre se celebraría como el “Good Governance Day”. En lugar de celebrar las vacaciones de Navidad, las escuelas, colegios y oficinas gubernamentales deben permanecer abiertas para celebrarlo. Pero, frente a una reacción negativa de los grupos hindúes, el gobierno de la Unión minimizó la fiesta en 2015.
“Hay una ideología detrás del caos y la intimidación”, explica a la Agencia Fides el periodista católico Anto Akkara. Usando el espantapájaros de la supuesta “conversión”, observa Akkara, los grupos que promueven la ideología hindutva han comenzado, contrariamente, programas masivos para reconvertir a las minorías o a los dalit, al hinduismo, llamándolo "ghar wapsi" , literalmente “regreso a casa”. Y a menudo los sacerdotes o pastores cristianos son un blanco particular de los grupos extremistas hindúes y de la policía que a menudo les secunda.
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