Karachi - Tras el ataque a la iglesia metodista de Quetta, las iglesias cristianas en Pakistán están reforzando sus medidas de seguridad, sobre todo, implicando a jóvenes voluntarios para que se presten a ese servicio en cooperación con las fuerzas de orden. El número de víctimas del ataque a Quetta asciende ya a 14 muertos y 56 heridos. Según la policía, los dos terroristas suicidas tenían entre 16 y 20 años. El padre Saleh Diego, vicario general de la archidiócesis católica de Karachi, explica a la Agencia Fides: “La seguridad de las iglesias durante el período de Navidad es nuestra máxima prioridad ahora. Intentaremos hacer nuestro mejor esfuerzo para ayudar a las fuerzas armadas a proteger nuestras iglesias y asambleas durante las liturgias y los encuentros de Navidad y Año Nuevo”.
Tras reunirse con representantes de las fuerzas armadas, Saleem Michael, asesor legal de la archidiócesis católica de Karachi, indica a la Agencia Fides: “Intentaremos involucrar a más voluntarios jóvenes. Debemos ser cuidadosos y seleccionar a personas que puedan identificar a nuestros fieles, a quienes acuden con regularidad a la iglesia; daremos órdenes precisas para controlar a quienes no conozcamos”. Pervaiz Gill, jefe de seguridad de la archidiócesis católica de Karachi, asegura a la Agencia Fides: “Ya tenemos un grupo de seguridad formado por hombres y mujeres jóvenes a nivel diocesano. El siguiente paso es formar nuevos grupos y darles la capacitación necesaria”.
El obispo Khadim Bhutto, -presidente del consejo episcopal de Pakistán que reúne a más de 40 obispos de varias denominaciones protestantes como pentecostales, evangélicos, adventistas, metodistas y otras confesiones-, envió un mensaje a todas las comunidades en las que se está reclutando a jóvenes voluntarios para reforzar los servicios de seguridad, exhortando a las iglesias a instalar cámaras de seguridad. Preguntado por Fides, el obispo Khadim Bhutto confirma que el proceso de selección de los jóvenes voluntarios se llevará a cabo de acuerdo a las indicaciones de la policía. Las diferentes comunidades cristianas, -subraya-, han acogido favorablemente esta iniciativa y la colaboración con el cuerpo de los Rangers. Los cristianos desean vivir en paz la Navidad y, pese a las tensiones y el miedo, no renunciarán a acercarse a las iglesias.
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