Conakry – Malí y la República de Guinea han puesto en marcha una iniciativa conjunta de pacificación en la frontera común para aplacar los ánimos tras los graves incidentes del 26 y el 27 de noviembre en los que perdieron la vida una decena de personas. El ministro de Guinea, Bouréma Condé, y su homólogo de Malí, Tiéman Hubert Koulibaly, se desplazaron a la zona de los choques para subrayar las estrechas relaciones de colaboración y amistad entre las dos naciones.
Según las noticias recogidas por Fides, entre el 26 y el 27 de noviembre algunos mineros de Malí, respaldados por otros grupos, atacaron a los minores guineanos de una mina de oro en la frontera entre los dos países. La respuesta de los habitantes del pueblo provocó seis muertos, dos guineanos y cuatro malienses, entre ellos un gendarme. Las autoridades de Malí informaron de que fueron algunos guineanos quienes lanzaron un ataque al lado maliense de la frontera tras haber tendido una emboscada a una patrulla de la gendarmería. Ministros de dos estados, bajo ordenes de sus respectivos presidentes, subrayaron en sus intervenciones la necesidad de definir la frontera como una forma de evitar incidentes similares.
Las poblaciones de Balandougou, en Guinea, y de Gnaouléni, en Malí, reivindican la misma mina de oro. El hecho de que las administraciones centrales de los dos estados se comprometan a delimitar de común acuerdo la frontera debería calmar los ánimos. Tanto Guinea como Malí atraviesan fuertes tensiones sociales y de seguridad debidas, en concreto, a la presencia en Malí de grupos yihadistas.
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