El Cairo - El proyecto de resolución sobre la alarma “por los ataques contra los cristianos coptos en Egipto”, presentado ante el Congreso de los Estados Unidos por seis parlamentarios estadounidenses el 21 de diciembre, está causando grandes controversias en Egipto, incluso por parte de los parlamentarios egipcios de fe copta.
En el texto del proyecto de resolución 673, después de una breve descripción de los acontecimientos concernientes a las comunidades cristianas en Egipto, se pide al Congreso que recuerde al gobierno egipcio el “llevar a cabo reformas serias y legítimas para garantizar a los cristianos coptos los mismos derechos y las mismas oportunidades de todos los demás ciudadanos egipcios”. En particular, se hace referencia a la necesidad urgente de crear medidas por parte de las autoridades egipcias para reformar la educación de modo que garantice “la enseñanza de todas las religiones” y para “una reforma política que garantice los derechos humanos, las libertades fundamentales y el estado de derecho”.
Entre las reacciones negativas provocadas por la Resolución sometida al debate del Congreso de los Estados Unidos, está la de Hafez Abu Saada, miembro del Consejo Nacional de Derechos Humanos. El activista, también conocido fuera de Egipto por sus campañas en defensa de los derechos de ciudadanía en la patria propia, ha afirmado que la resolución de los Estados Unidos debería ser considerada solo como un instrumento usado por los EE. UU. para ejercer presión política sobre el gobierno egipcio, y tal vez para justificar un recorte futuro del apoyo económico de Estados Unidos en favor de Egipto. Según Hafez Abu Saada, en el Egipto de hoy no hay discriminaciones “institucionalizadas” contra los cristianos, y la persistencia de la violencia sectaria y la intimidación contra los coptos no se puede atribuir a la dirección política actual, que periódicamente recuerda la urgencia de renovar el “discurso religioso” para eliminar cualquier forma de connivencia entre la predicación religiosa y las ideologías extremistas de marca yihadista. La parlamentaria copta Suzy Adly Nashed, profesora de economía en la Universidad de Alejandría – según refieren fuentes egipcias consultadas por la Agencia Fides – también ha afirmado que la resolución de los Estados Unidos representa una especie de represalia política sobre la posición del liderazgo egipcio contra el reconocimiento estadounidense de Jerusalén como la Capital del Estado de Israel. Según Suzy Nashed , la resolución estadounidense representa un movimiento para “crear confusión” en la sociedad egipcia, y se configura como una interferencia en los asuntos internos de otra nación, algo contrario a las reglas de la política internacional.
Según el diputado copto egipcio Imam Gad detrás de la Resolución de los Estados Unidos, hay “sectores extremistas de la diáspora copta”, que instrumentalizan episodios y la violencia de carácter sectario bien conocidos y ciertamente no escondidos o minimizados por las autoridades egipcias. Esta interferencia – ha agregado Imam Gad - no ayuda en los procesos para afirmar el estado de derecho y el principio de la ciudadanía en Egipto. .
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