Pathum thani (Agencia Fides) – El padre Adriano Pelosin, misionero del PIME, ha enviado a Fides un testimonio de la obra de evangelización llevada a cabo por sacerdotes, religiosas, seminaristas y familias católicas locales a través del Instituto Misionero tailandés, del que es responsable (véase Fides 10/12/2014). El padre Adriano explica los atisbos de la vida en los barrios pobres y de vida cotidiana de muchas personas. Entre estos, cita la historia de Ari, una viuda de 42 años, que vive en una casa-chabola con su padre, hasta hace poco gravemente enfermo, y su hija. El padre de Ari no podía ser curado gratuitamente como todos los ciudadanos tailandeses, porque cuando nació no fue registrado en su municipio. Luego, gracias a la colaboración de un abogado católico, un joven musulmán y de otro joven budista, convertido al cristianismo, han podido obtener la ciudadanía para que pudiera ser tratado y curado con múltiples injertos de piel. Otro episodio de la vida local hablan de una chica camboyana rica y del que más tarde se ha convertido en su marido, que proviene de una familia pobre y por lo tanto no querido por la familia de ella. Los dos, después de muchas vicisitudes, lograron escapar a Tailandia, y casarse en la misión tailandesa, y con la ayuda de los misioneros, pudiendo obtener el permiso para quedarse. Ahora tienen una hermosa niña. “Ayer mismo, el chico se me acercó y me preguntó si yo puedo ser su padre y abuelo de su hija, porque no tienen a nadie” dice conmovido el p. Adriano (AP) (9/3/2015 Agencia Fides)
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