Kinshasa (Agencia Fides) - “Del este al oeste, del norte al sur, el territorio de Rutshuru es inseguro”, afirma un comunicado enviado a la Agencia Fides por la Sociedad Civil de Kivu del Norte, en el Este de la República Democrática del Congo (RDC). La prensa informa de la muerte de cuatro policías, incluido el jefe adjunto de la Agencia de Inteligencia Nacional (Agence Nationale des Renseignements - ANR) en la región.
Los cuatro oficiales fueron asesinados el 17 de marzo en un tiroteo en la localidad de Bunagana, frente a un hotel propiedad de un ex miembro del M23, el movimiento rebelde pro-ruandés que fue disuelto oficialmente hace tiempo, pero que se cree que se está reconstruyendo.
El mismo 17 de marzo, ocho hombres fueron secuestrados: la camioneta en la que viajaban fue detenida por unos hombres armados en la carretera entre Butembo y Goma, capital de Kivu del Norte. Sólo se llevaron a los pasajeros varones, mientras que las mujeres se salvaron.
Según la coordinación de la sociedad civil local, estos episodios son intentos de reconstituir el M23 para desestabilizar Kivu del Norte y bloquear las operaciones llevadas a cabo por el ejército congoleño contra las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR), otro grupo de origen ruandés, originalmente formado por la milicia hutu acusada del genocidio de 1994. El M23 y las FDLR formalmente eran adversarias. Pero la realidad es que entre los diversos grupos armados en Kivu del Norte se crearon acuerdos tácitos para dividirse el control de la explotación ilegal de los vastos recursos naturales de la zona (L.M.) (Agencia Fides 18/3/2015
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