La Habana (Agencia Fides) – Acepta ser llamado “hombre de diálogo” pero no “diplomático”. “El diálogo – afirma – es el nuevo nombre del amor”, y la iglesia debe vivir siempre mirando hacia fuera, debe salir en misión. Así se expresa el único Cardenal cubano, Jaime Ortega Alamino, Arzobispo de San Cristobal de la Habana desde 1981, en una larga entrevista publicada por “Palabra Nueva”, la revista de la Archidiócesis de La Habana, enviada a la Agencia Fides. El Cardenal es querido por muchos e incomprendido por otros, pero siempre se ha presentado como “el párroco” que nunca ha dejado de ser, según cuanto afirma él mismo.
Protagonista detrás de las escena, del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos, el cardenal Ortega siempre ha propuesto para Cuba una “cultura del encuentro”, con resultados interesantes, como la liberación de prisioneros, la apertura de nuevos espacios de presencia social, mayores libertades individuales, y algunos cambios en los programas de las instituciones democráticas.
La larga entrevista termina con esta afirmación: “En mí lo que sobrevive es el ser párroco, y si hubiese tenido dudas sobre mi vocación en el clero diocesano, habrían dejado de existido después de ser párroco en Matanzas, pero ahora, después de ser obispo, estoy aún más convenció: No hay nada más interesante que ser párroco”. (CE) (Agencia Fides, 26/03/2015)
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