Mogadiscio (Agencia Fides) - “Los opositores, Shabaab u otros, han tomado como objetivo a los representantes del gobierno y de las organizaciones extranjeras con su personal. Esto se debe a que quieren desestabilizar las instituciones somalíes en fase de reconstrucción. Por otra parte, el nuevo gobierno federal ya está desestabilizado por las disputas internas sobre el federalismo y otras cuestiones” dice a la Agencia Fides Su Exc. Mons. Giorgio Bertin, Obispo de Djibouti y Administrador Apostólico de Mogadiscio, tras el fallido atentado contra el presidente somalí Hassan Sheikh Mohamoud. Este último salió ileso, le 3 de septiembre de una emboscada tendida por un grupo de Shabaab en la carretera de Merka, una ciudad que se encuentra a cien kilometros al suroeste de Mogadiscio.
“Todo esto en cierto modo forma parte del espíritu somalí, imbuido de una cultura bastante rebelde contra el orden establecido, en el que prevalece la búsqueda de los intereses personales o del clan” continúa Mons. Bertin. “Es una situación difícil para cualquier persona empezando por los propios somalíes, en la que se introducen otros países vecinos que se aprovechan de las ambiciones personales, de los clanes y de las regionales somalíes para promover sus intereses en el país”.
Sin embargo, el obispo subraya que “la situación no es desesperada y no hay que abandonar Somalia en sí misma. Sin embargo, añado que, al menos a nivel de la comunidad internacional, necesitamos un diseño más compacto. En particular, las potencias regionales, pienso sobre todo en Kenia y Etiopía, espero que se convenzan que les conviene tener un Estado somalí fuerte en lugar de la actual situación caótica que no beneficia a nadie, ni a los somalíes, ni a los países vecinos”.
“Por tanto, es necesario iniciar un verdadero diálogo en el que todos pongan las cartas sobre la mesa con el fin de tener en cuenta los intereses de todos y encontrar una solución compresiva a las necesidades de cada uno” concluye Mons. Bertin. (L.M.) (Agencia Fides 4/9/2013)
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