Karachi (Agencia Fides) – Después de las bombas contra la iglesia de Todos los Santos en Peshawar, la situación sigue siendo tensa en la sociedad pakistaní: a la tragedia se añade al horror. Los cristianos dicen estar “horrorizados” por los rumores que vinculan las bombas en Peshawar al vasto problema del tráfico de órganos: lo comentan a la Agencia Fides algunos miembros de organizaciones no gubernamentales de la sociedad civil en Pakistán. Algunos “chacales”, aparentemente paramédicos locales, podrían haberse aprovechado del elevado número de muertos y heridos para robar los órganos a las víctimas y explotarlos en el comercio ilegal de órganos. “Si fuera cierto, habría criminales que están especulando con el sufrimiento de las víctimas cristianas de una forma verdaderamente blasfemia y sacrílega” señala el p. Mario Rodrigues, sacerdote de Karachi.
“Pedimos a la policía que realice una investigación seria y profunda sobre estas voces que están escandalizando a todos”, concluye.
Pakistán ha promulgado una ley para regularizar los trasplantes de órganos en 2010, para sacudirse su reputación como “líder de destino” del turismo de trasplantes y para detener el tráfico ilegal de órganos humanos. Después de la aprobación de la ley, el tráfico ilícito disminuyó, pero en 2011 muchos casos de trasplantes ilegales han surgido de nuevo. El pasado mes de julio, viendo los datos de este “próspero comercio”, la Corte Suprema ha emitido directrices que piden a los gobiernos provinciales el tomar medidas y hacer cumplir la ley. Según las investigaciones de la policía, se han identificado en Punjab 42 clínicas médicas dedicadas al trasplante de órganos ilegales. (PA) (Agencia Fides 27/9/2013)
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