Bkerkè (Agencia Fides) – La corrupción y la falta de transparencia han reducido el Líbano a la condición miserable en la que se encuentra hoy, y este declino podrá frenarse sólo si se regresa a un uso transparente de los fondos públicos, que tenga en cuenta los derechos de los trabajadores. Así ha hablado el patriarca maronita Bechara Boutros Rai, indicando como causa principal de la emergencia social que se vive en el Líbano la endémica propagación de comportamientos corruptos. “Nuestra sociedad libanesa – ha dicho el Patriarca durante la homilía de la misa dominical, celebrada en la sede de patriarcal de Bkerké - está experimentando la miserable realidad de hoy debido a la falta de transparencia, la infravaloración del despilfarro de dinero público, de la violación de las leyes en los contratos, de la prioridad dada a los intereses privados”. Según el Primado de la Iglesia maronita “ha llegado el momento de romper el ciclo de la corrupción, para salvaguardar los recursos del Estado y crear puestos de trabajo para los jóvenes”.
Las fuertes palabras del Patriarca también parecen tener relación con la protesta implementada por los 191 empleados del Casino du Líbano, sumariamente despedidos la semana pasada. Una delegación de trabajadores despedidos fue recibido ayer en Bkerké por un delegado del Patriarca. El despido ha tomado la fisionomía de un “caso” político, también porque desde siempre, el Casino contrataba a sus empleados con criterios de clientelismo, en base a las solicitudes de los diversos partidos y aparatos de poder (GV) (Agencia Fides 2/2/2015).
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