Managua - "Un acto terrorista", con estas palabras el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes definió el incendio que devastó la capilla de la Catedral Metropolitana de Managua, donde se encuentra el Cristo de Managua, el viernes 31 de julio. El incendio causado por un dispositivo explosivo lanzado por una persona quemó la imagen histórica de la Sangre de Cristo.
Imagen, de 382 años, que fue venerada por el Papa Juan Pablo II en 1996, cuando se arrodilló y rezó a sus pies, durante su segunda visita al país, principalmente católico. "En esta capilla, el Santísimo Sacramento también está expuesto en su tabernáculo", dijo la arquidiócesis de Managua en un comunicado enviado a Fides. "Es un acto, totalmente condenable, de sacrilegio y profanación, por el cual debemos permanecer en oración constante, para derrotar a las fuerzas del mal", agregó la arquidiócesis en el texto difundido.
En una improvisada conferencia de prensa en el atrio de la Catedral, el cardenal Brenes dijo que "hay indicios de que el incendio de uno de los bienes más preciados de los católicos nicaragüenses se ha planeado con mucha calma". El cardenal Brenes relacionó el incendio con otro evento que ocurrió el 20 de julio, cuando un hombre en una camioneta destruyó las puertas de la catedral, dañando parte de la cerca; Esa brecha sirvió como una ruta de escape para quienes causaron el incendio. "Calcularon todo, dónde entrar, cómo hacerlo y luego cómo y dónde escapar. Estaba perfectamente planeado", dijo el Cardenal.
Por su parte, la vicepresidenta Rosario Murillo dijo que el incendio fue el resultado de un accidente causado por los fieles. "Ese fuego comenzó, por las velas de los fieles, por lo que se quemaron las cortinas y las flores", dijo Murillo. Sin embargo, Brenes negó la versión oficial y dijo: "No hay velas ni cortinas, por lo que no podemos pensar que el fuego pueda ser el resultado de la caída de una vela. Fue un acto de terrorismo incendiario". por una poderosa bomba ", subrayó el cardenal.
Las relaciones entre la Iglesia Católica de Nicaragua y el presidente Ortega se han cortado ya que la mayoría de los hombres religiosos arriesgaron sus vidas para salvar las vidas de miles de personas involucradas en protestas antigubernamentales en 2018 , que han dejado a cientos de prisioneros muertos o desaparecidos, y más de 100,000 personas en el exilio.
El incendio ocurre cuando varias instituciones gubernamentales han promovido actividades populares, como parte de las celebraciones de Santo Domingo de Guzmán, patrón de la capital, pero que han sido suspendidas por la archidiócesis .
"Lo que sucedió fue una herida dolorosa en el corazón del pueblo católico nicaragüense", escribió el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, exiliado desde 2019 después de recibir amenazas de muerte, presumiblemente de grupos relacionados con el gobierno.
Según la prensa local, el ataque se une a otros "actos de vandalismo que se han perpetrado contra templos católicos en otras ciudades del país en los últimos días. Los hechos, se dice," representan una grave persecución contra la Iglesia Católica, sus líderes y fiel, atacando la libertad religiosa establecida por nuestra Constitución ".
Publicar un comentario