Islamabad : “Es un derecho fundamental de todo ciudadano paquistaní predicar y profesar su religión libremente, como lo prescribe la Constitución de Pakistán. Es legítimo que cada comunidad tenga sus lugares de culto. Condenamos enérgicamente el movimiento de individuos y grupos fundamentalistas que se han opuesto a la construcción del templo Shri Krishna en Islamabad, la capital de Pakistán”: así lo afirma a la Agencia Fides el activista cristiano por los derechos de las minorías, Sabir Michael, después de que los trabajos de la construcción de un templo hindú se hayan parado abruptamente debido a la oposición de algunos líderes religiosos islámicos y grupos fundamentalistas islámicos.
Michael señala: “Pakistán es uno de los estados firmantes de la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Convención Internacional de Derechos Sociales, Civiles y Políticos, que garantizan la igualdad de derechos para todos los ciudadanos, incluidas las minorías religiosas. Al no permitir que las minorías religiosas profesen su fe libremente, no solo se traicionan las leyes internacionales de derechos humanos, sino que también afectan negativamente a la imagen de Pakistán”. El activista continúa: “No somos minorías religiosas capturadas después de una guerra; existimos en Pakistán antes de la creación de la misma nación. Somos ciudadanos con los mismos derechos y deberes”.
La construcción del primer templo hindú en Islamabad, la capital de Pakistán, se ha detenido temporalmente en los últimos días - por orden de la Capital Development Authority, un organismo civil -, después de que algunos clérigos islámicos y personas con un enfoque religioso fundamentalista protestasen y se opusieran a la construcción. Numerosos clérigos islámicos y líderes políticos musulmanes protestaron públicamente a través de los medios de comunicación y mediante campañas en las redes sociales.
El religioso islámico Ziauddin Manseharwi de la organización “Jamia Islamia Ashrafia”, un instituto islámico, en un mensaje difundido a través de las redes sociales, dice: “No está permitido construir un nuevo templo para hindúes con fondos del gobierno; construir nuevos lugares de culto para los no musulmanes y restaurar templos dañados es ilegal y significa cooperar en el pecado”.
Ahora, las organizaciones de la sociedad civil se quejan de la violación de la libertad religiosa y denuncian el aumento del extremismo, el odio religioso y el deterioro de la tolerancia religiosa, con la esperanza de la reanudación de las obras.
El plan para la construcción del templo hindú, de hecho, ya había sido aprobado en 2017 por el gobierno de Nawaz Sharif, de la Liga Musulmana de Pakistán , anterior al ejecutivo en funciones hoy. Se asignó un terreno de 0.5 acres a la comunidad hindú para el templo y un sitio para la cremación. A mediados de 2020, el actual primer ministro Imran Khan aprobó una subvención pública de 100 millones de rupias para la construcción del que sería el primer templo hindú en la capital de Pakistán.
Lal Chand Malhi, miembro hindú de la Asamblea Nacional del partido político de Imran Khan, diha declarado: “Este templo de Islamabad habría demostrado que Pakistán es un lugar que respeta todas las religiones y donde se practica la convivencia. Cuando comenzó la excavación en junio, el Primer Ministro dijo que estaba lo suficientemente contento de que el templo le hubiera dado a Pakistán una buena imagen de cara a todo el mundo”.
El Consejo Ulema de Pakistán , un organismo islámico, ha expresado su apoyo a la construcción del templo en Islamabad y criticado a los opositores. El líder islámico Hafiz Mohammad Tahir Mehmood Ashrafi, presidente de la PUC, ha dicho: “Denunciamos la controversia sobre la construcción del templo por parte de algunos clérigos extremistas clericales; La PUC convocará reuniones y también presentará sus puntos de vista al Consejo de Ideología Islámica en Pakistán. Ashrafi agrega: “Tener un lugar de culto y vivir de acuerdo con la fe y la tradición es un derecho otorgado a todos los no musulmanes, de acuerdo con la Constitución de Pakistán; los que se oponen a la construcción del templo cometen un error de interpretación de la sharia, la ley islámica”.
Mientras tanto, después del bloqueo temporal de las obras de construcción, el Tribunal Superior de Islamabad no ha aceptado las apelaciones presentadas para detener la construcción del templo hindú y el asunto ha sido remitido al Consejo de ideología islámica , organismo consultado oficialmente por el gobierno para revisar las leyes aprobadas por el Parlamento y establecer su conformidad con el Islam. El Consejo ofrecerá indicaciones al ejecutivo sobre cómo construir el templo hindú y si los fondos públicos pueden usarse para construirlo.
Publicar un comentario