Lahore – “Estamos llamados a partirnos por los demás imitando a Cristo en la Eucaristía. El Año de la Eucaristía ha fortalecido nuestra fe y cosecharemos las recompensas en los próximos años, cuando nuestros fieles compartan sus testimonios sobre lo que Cristo ha hecho en sus vidas”. Son las palabras del obispo Benny Travas, obispo de Multan y presidente de la Comisión Episcopal para la Liturgia, al hacer balance para Fides del Año de la Eucaristía recién concluido que ha vivido la Iglesia de Pakistán.
El obispo Travas presidió una misa concelebrada por el arzobispo Sebastian Francis Shaw, al frente de la comunidad de Lahore, - a la que asistieron muchos sacerdotes, religiosos y fieles de todas las diócesis del país-, en la catedral del Sagrado Corazón en Lahore. “El Año de la Eucaristía motivó a todos los cristianos en Pakistán a vivir un encuentro más profundo para ser uno con Cristo. Este encuentro con Jesús se realiza en la Eucaristía del domingo y alienta la Adoración Eucarística”, asegura el obispo.
En la carta pastoral publicada al final del Año de la Eucaristía, el obispo Benny Travas afirma: “Rezo para que el Año de la Eucaristía convierta a nuestras comunidades cristianas en misioneras de la Eucaristía”. Al final del año, coincidiendo con el cierre del año litúrgico, la Conferencia Episcopal organizó encuentros en las diócesis de Pakistán en torno a varios temas como con la Eucaristía y la fe, la Eucaristía y la comunidad y la Eucaristía y la liturgia.
El arzobispo Sebastian Francis Shaw asegura: “La Eucaristía es una fuente de unidad, une a todos los miembros de la comunidad eclesial sin ninguna diferencia en casta, etnia, profesión o estado de religión. Como Iglesia en Pakistán, permanecemos en esta unidad a través de Eucaristía y celebramos esta unidad en la Eucaristía”. El obispo Shaw hizo hincapié en que “la vida de la Iglesia en Pakistán se basa en la Eucaristía” y “tiene un carácter eucarístico, es decir, se rompe, se entrega y se ofrece a los demás”.
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