Lomè - Desde el lanzamiento de la campaña para las elecciones legislativas programadas para el 20 de diciembre, el país enfrenta nuevas oleadas de violencia . El sábado 8 de diciembre, en varios lugares de Togo, se produjeron enfrentamientos violentos entre las fuerzas de seguridad y la coalición de la oposición togolesa, conocida como C14, en contra de las elecciones. Entre las víctimas de los enfrentamientos entre manifestantes y policías en algunos barrios de Lomé, resultó muerto un niño.
“En algunos suburbios, como el de Agoè donde murió el niño, los jóvenes levantaron barricadas, quemaron llantas a lo que la policía reaccionó con gas lacrimógeno”, explica una fuente local a Fides. “En otras ciudades del país, particularmente en Sokode y Bafilo, los jóvenes que intentaban reunirse fueron dispersados con gases lacrimógenos. Esto es un signo inquietante, continúa la fuente, del tan temido regreso al lenguaje de la violencia como forma de resolver el conflicto congolés”.
El país ha estado atravesando una grave crisis política durante más de un año, provocada por la solicitud de renuncia del presidente Faure Gnassingbé, en el poder desde 2005. “El miércoles 5, las iglesias evangélica, presbiteriana y metodista de Togo pidieron el aplazamiento de las elecciones, denunciando condiciones desfavorables. Los musulmanes de Togo se unieron a ellas el viernes 7 de diciembre.
El diálogo político entre la oposición y el poder ha fracasado. El firme y profético llamamiento que los obispos togoleses dirigieron a los políticos el 15 de noviembre pasado, invitándolos a asumir sus responsabilidades para desactivar y calmar la tensa atmósfera, no ha sido escuchado. Al igual que muchos países africanos, Togo corre el riesgo de sumirse en una guerra civil debido a la política”, explica una nota enviada a Fides.
“Cuando observamos más de cerca la situación política actual en Togo, tenemos la impresión de que se desea la guerra por la rigidez de las posiciones políticas y la verdadera falta de voluntad para implementar la hoja de ruta de la Comunidad Económica de Los Estados de África Occidental , que apoya fundamentalmente las reformas constitucionales e institucionales. La crítica situación sociopolítica nos invita una vez más a repensar la política de muchos países africanos. Hoy más que nunca, en África necesitamos hombres y mujeres políticos con una conciencia política enamorada de la paz, políticos y hombres que hayan comprendido que la paz no se impone por la fuerza de las armas, sino que se construye dentro de un marco de diálogo. Es solo en un clima de paz donde los políticos de África pueden trabajar para fomentar una acción humanitaria proyectada hacia la estabilidad. social”.
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