Seúl - Anunciar el Evangelio de la caridad y brindar todo el apoyo material y espiritual necesario a los pobres de Filipinas. Es la missio ad gentes en la que están comprometidos los fieles de la Iglesia de Suyoo, de la archidiócesis de Seúl.
El padre Andreas Chang, sacerdote de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en la ciudad de Malabon, cerca de Manila, es un misionero surcoreano que vive en la diócesis de Caloocan. Al regresar por unos días a tierras coreanas, el 9 de diciembre el sacerdote celebró una misa en la parroquia de Suyoo, en Seúl, e instó a los católicos a rezar y apoyar a los pobres y enfermos de la clínica St. Joseph en Caloocan.
“Muchas personas de la parroquia de Suyoo se han unido a nuestra misión y es alentador observar que muchos católicos surcoreanos están dispuestos a compartir su fe y riqueza con los pobres de Filipinas, como parte de un trabajo de evangelización”, explica el padre Chang a Fides, confirmando que muchas personas se ofrecieron como voluntarias para apoyar el trabajo misionero en Filipinas.
El padre Kim Paul, sacerdote de la parroquia de Suyoo, organizó un programa para promover la misión en el país. Kim Ho-ho, un laico y voluntario católico, asegura: “Ha sido hermoso ayudar al padre Chang y a nuestros hermanos más pobres de Filipinas. Nuestro compromiso misionero es rezar y apoyar al padre Chang también con nuestras donaciones”.
El padre Chang y algunas monjas de Corea del Sur son misioneras y residen en la diócesis de Caloocan, uno de los suburbios más pobres de la zona de Manila. Los misioneros realizan el servicio pastoral, se ocupan de la catequesis, la caridad, la preparación y celebración de los sacramentos, brindan atención médica, educación y atención a los niños, en un trabajo que es muy apreciado por la Iglesia local.
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