Managua – La Organización de Estados Americanos celebrará, martes 17 de julio, una sesión especial para abordar la crisis sociopolítica que se vive en Nicaragua y que, después de casi 3 meses, resulta en más de 300 muertes. Según el director de la sección para las Américas José Miguel Vivanco de Human Rights Watch, la propuesta de resolución presentada al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos sobre la situación de los derechos humanos en Nicaragua, a través del cual se considera veraz y se apoya el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, formulando una serie de recomendaciones precisas, tiene buenas perspectivas de ser aprobado.
Hoy se analizará, nuevamente, la situación en Nicaragua y Vivanco no duda que esta vez será determinante lo sucedido en la Universidad y en la iglesia de la Divina Misericordia entre el viernes 14 y el sábado 13 de julio, donde incluso la policía y el paramilitares han impedido el acceso a ambulancias para atender los heridos. "Todo esto pesará mucho cuando votaremos sobre la resolución que está sobre la mesa", dijo Vivanco en un comunicado enviado a la Agencia Fides.
Sólo este fin de semana se registraron otras 10 muertes en varias partes del país. El hecho más graves, denunciado por los medios de comunicación social, fue el ataque contra la iglesia católica de la Divina Misericordia, en el sudoeste de Managua, donde se refugiaron 200 jóvenes que huían de la universidad, y donde dos de ellos murieron en circunstancias poco claras.
El nuncio apostólico Stanislaw Waldemar Sommertag y cardenal Leopoldo Brenes entraron en lugar para mediar en la liberación de la juventud. Después de entrar en la iglesia, junto con miembros de la Cruz Roja, para ver cómo ventanas, paredes e imágenes sagradas sufrieron impactos de balas, Mons. Sommertag comentó a la prensa: "Lamentamos la muerte de estos jóvenes".
El sábado 14 de julio la Conferencia Episcopal de Nicaragua publicó un comunicado, enviado también a Fides, titulado: "La verdad los hará libres" y "no puede servir a dos amos" , en que los obispos describen detalladamente, a la comunidad nacional e internacional, lo que vive el pueblo de Nicaragua y la posición de la Iglesia local. "Es nuestro deber informar a la Nación que durante estos meses hemos sido testigos de la falta de voluntad política del gobierno para dialogar sinceramente y para buscar procesos reales que nos lleven hacia una verdadera democracia", se lee en el documento.
"En los últimos días la represión y la violencia de los paramilitares pro gobierno contra personas que protestan en una modo civilizado se han intensificado. Los ataques perpetrados por la policía nacional, por grupos paramilitares y por grupos que pretenden sembrar el terror entre los civiles manifiestamente son condenables, legal y moralmente. También son condenables los acto de profanación sacrílega contra la Iglesia, se trate de personas consagradas o de lugares de culto, y las agresiones contra periodistas nacionales e internacionales, contra defensores de derechos humanos y contra miembros de la sociedad civil", dice el documento.
En el texto se invita a ayunar por la paz el viernes 20 de julio y se presenta un calendario de días de oración. Finalmente el mensaje hace un llamado: "Invitamos a los hombres y a las mujeres de buena voluntad a no responder con violencia a las provocaciones diversas a las que son sometidos".
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