Barranquilla (Agencia Fides) – Después de su liberación y la de las otras dos personas que habían sido secuestrados con él, la noche del domingo 30 de noviembre, el general Rubén Darío Alzate Mora celebró al día siguiente una conferencia de prensa en la que habló del secuestro sufrido por las FARC y presentó su dimisión. El general dijo que había violado el protocolo militar, al dirigirse a la zona del Chocó, impulsado por el deseo de ayudar a las comunidades pobres del territorio: en realidad estaba trabajando en un proyecto para construir generadores de energía a lo largo del río. El Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha aceptado su dimisión.
La opinión pública y los políticos siguen divididos sobre el asunto. Algunos consideran que es un error que el general entrase en una “zona roja”, sin un mínimo de seguridad, por lo que ha socavado el proceso de paz. Otros creen que el alto oficial ha demostrado ser un hombre fiel a sus principios y a las fuerzas armadas.
Expresando satisfación por la liberación de los secuestrados, el Arzobispo de Barranquilla Su Exc. Mons. Jairo Jaramillo Monsalve, ha destacado que no es partidario del cese al fuego bilateral, propuesto por las FARC el 30 de noviembre. En la nota enviada a Fides desde la Conferencia Episcopal de Colombia, El arzobispo ha recordado que las experiencias del pasado no han dejado resultados positivos,(véase Fides 09/12/2013) por lo que ha expresado que esta propuesta, hecha por la guerrilla, no la considera viable. Más bien ha reiterado la necesidad de continuar los diálogos de paz, en La Habana entre el Gobierno nacional y el grupo guerrillero de las Farc, que se detuvieron por el secuestro del general Alzate Mora. (CE) (Agencia Fides, 02/12/2014)
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