Roma (Agencia Fides) - “He podido palpar la urgencia de la primera evangelización y cómo es cierto cuanto afirmaba Juan Pablo II en la Redemptoris Missio, que a 2000 años del cristianismo la misión evangelizadora apenas está comenzando”, dice a la Agencia Fidess don José Ghirelli, un sacerdote de la diócesis de Anagni-Alatri, que trabaja desde julio como Fidei Donum en la Prefectura Apostólica de Robe, en el sur de Etiopía.
“Para mí ha sido una sorpresa encontrar personas que nunca han oído hablar de Jesús” continúa Don José, quien a los 61 años y con 36 años de sacerdocio a las espaldas, ha podido cumplir con el deseo de vivir una experiencia misionera. “Antes de ir en Etiopía estuve en Irlanda para mejorar mi inglés. La mayoría de los habitantes de la región en la que trabajo son pastores Oromo. Por el momento tengo un catequista que actúa como intérprete, pero estoy aprendiendo su idioma”.
“La región de Oromia, en el centro-sur, cuenta con unos 30 millones de habitantes. La Prefectura Apostólica de Robe es una parte de este territorio (con una superficie de 116.221 kilómetros cuadrados) con poco menos de 3 millones de personas”, dice Don José. “Actualmente tenemos cinco parroquias, con cuatro religiosos, dos sacerdotes diocesanos italianos y uno etíope”.
“Nuestro enfoque pastoral ofrece, además de la primera evangelización, la promoción humana, a partir de la educación. Cada parroquia tiene una escuela. Ayudamos a muchos huérfanos y madres que están solas con numerosa prole a su cargo. También iniciamos proyectos para mejorar la agricultura. Los Oromo son nómadas. Tratamos de ayudarles a desarrollar una cultura agrícola, enseñándoles a cultivar plantas como la Moringa, una planta resistente que da comida y los frijoles blancos. De forma que estas personas puedan diversificar su dieta tradicional a base de leche y cereales”.
Preguntamos Don José lo que le diría a un joven sacerdote que quisiera realizar esta experiencia. “El mandato de Jesús es actualismo y urgente. No podemos olvidar a los que ni siquiera han sido evangelizados”, dice. “Para un joven sacerdote pasar cinco años de misión es una riqueza, porque transmite el deseo de ir hacia los que está lejos. La misión ad intra y ad extra están juntas”, dice para terminar Don José. (L.M.) (Agencia Fides 11/12/2014)
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