Jerusalén (Agencia Fides) – La Ciudad Santa de Jerusalén “está bajo la sangre y las lágrimas” y la división religiosa pone en peligro su misión de “ciudad de la paz y de la convivencia entre las religiones”. El Patriarca de Jerusalén de los latinos, Fouad Twal, aprovecha la ocasión del mensaje tradicional de Navidad para reconsiderar con los ojos de la fe, los acontecimientos que han marcado los últimos meses de la vida de los pueblos que habitan la Tierra Santa. Un resumen en el que se entremezclan el dolor y la esperanza, la desesperación y el consuelo, en una época marcada por la visita de Francisco, la nueva guerra en Gaza y los ataques contra los lugares de culto.
En su mensaje, difundido por los medios de comunicación del Patriarcado y enviado a la Agencia Fides, el Patriarca define como “un éxito pastoral y ecuménico” la peregrinación del Papa Francisco a Tierra Santa, y recuerda que esa visita “ha dado lugar después a la hermosa reunión de oración en los Jardines del Vaticano con el presidente Abbas, con el ex presidente Peres y con el Patriarca Bartolomé. Aunque no hemos podido ver los resultados concretos”, añade el Patriarca Twal, “toda oración es válida y los frutos pueden llegar más adelante, como el olivo plantado en esta ocasión podría dar muchos frutos en el futuro”.
Luego, la mirada de la cabeza de la Iglesia de rito latino de Tierra Santa se centra en la violencia y las tragedias que han marcado los últimos meses, desde la devastadora guerra en Gaza (“un baño de sangre”) a los hechos de violencia o de venganza contra la gente inocente, como el asesinato de personas mientras rezaban en una sinagoga, o los ataques a las mezquitas. “En la misma semana”, recuerda el patriarca en su mensaje, “los líderes cristianos en Tierra Santa visitaron la sinagoga Har Nof para condenar el acto inhumano perpetrado en estos lugares, y visitaron la mezquita de Al Aqsa para exigir el respeto del viejo Status quo”.
El mensaje patriarcal señala las “responsabilidades de los líderes políticos - israelíes y palestinos - para encontrar y facilitar una solución”, sin olvidar la inacción de la comunidad internacional, incapaz de “ayudar a ambas partes a ayudarse a sí mismas”. En cuanto a la violencia yihadista que trastorna todo Oriente Medio, el Patriarca Twal destaca la “clara condena” de estas ideologías religiosas radicales, expresada por los “líderes árabes y musulmanes”.
En su mensaje de Navidad, el Patriarca Latino de Jerusalén también toca el tema de la re-unificación familiar - que impide a muchas parejas poder vivir juntos, cuando el cónyuge de un palestino no tiene ciudadanía israelí - y el “caso” del Valle de Cremisan, área en riesgo por el proyecto del muro de separación. “Esperamos”, escribe el Patriarca, “que el Tribunal Supremo de Israel deje las 300 hectáreas del valle Cremisan y los dos monasterios salesianos del lado palestino. Estamos preocupados, porque los últimos acontecimientos de la reciente audiencia abogan por otra parte. Tememos que el Tribunal decida que las tierras pertenecientes a 58 familias cristianas palestinas, se separen de Beit Jala. Tal decisión dañaría a nuestras comunidades. Esperamos que los jueces se inspiren en los principios éticos y no se vean sujetos a presiones políticas”. (GV) (Agencia Fides 18/12/2014).
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