Almatý – "En Kazajstán, hemos registrado el primer caso de inserción de un adulto con síndrome de Down en un empleo 'normal'. Generalmente, las acciones voluntarias para la participación de muchachos con discapacidad se relacionan con actividades recreativas y de ocio, pero nada relacionado con la vida real", dijo a Fides el padre Guido Trezzani, director de la Caritas kazaja, al referirse al proyecto de dicha organización, coordinado en Italia por el profesor Angelo Luigi Sangalli. “Una tarea que duró casi 3 años ha traído a una importante empresa en el país para dar un empleo a un muchacho de 22 años afectado por trisomía 21. El muchacho trabajará en las oficinas de la empresa, encargándose de la secretaría, archivo, elaboración de documentos y otras operaciones con la computadora”, amplió.
El sacerdote señaló: "Si se compara con otras iniciativas de Caritas más estructuradas, nuestros proyectos son realmente pequeños, pero para nosotros tienen un gran valor. El empleo de este chico está teniendo una notable resonancia, justo porque no hay muchas compañías que ofrezcan un servicio similar. Me doy cuenta, sin embargo, que la sensibilidad en este sentido está creciendo."
La Caritas de Almatý está también activa en el ámbito de cuidado de los ancianos. "En Kazajstán esto representa uno de los mayores problemas. Si en los pueblos todavía existe una red asistencial relacionada principalmente con las relaciones personales, en las grandes ciudades la situación es dramática. Los ancianos a menudo son excluidos, se las arreglan, viven por debajo del límite de la supervivencia. De hecho, algunos de ellos, reciban una pensión de 60 euros al mes, a pesar de vivir en la ciudad donde los costos son similares a los de las urbes occidentales. Esto quiere decir que una persona mayor, una vez que paga los cargos de condominio, tendrá que decidir qué hacer con el poco dinero que le queda y elegir entre comprar alimentos o medicinas. Así que buscamos responder a estas necesidades prácticas, haciendo énfasis en crear relaciones personales", concluye el padre Trezzani.
La Caritas de Almatý fue fundada en 2001, pero las actividades tomaron forma solo en 2015, en una zona geográfica enorme. La administración apostólica de la antigua capital kazaja, instituida por Juan Pablo II en 1999 y elevada a diócesis en el 2003, abarca un territorio de unos 712.000 kilómetros cuadrados, con una población de casi 6 millones de habitantes.
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