Mataram - “Necesitamos ayuda para miles de personas afectadas por el reciente terremoto en la isla de Lombok”, explica a Fides el sacerdote católico Laurencius Maryono, párroco de Santa María Inmaculada en Mataram, capital de la provincia de Nusa Tenggara Occidental, señalando que hay miles de afectados por el terremoto del 5 de agosto que, según fuentes gubernamentales, ha costado la vida a 105 personas.“Todo el mundo está sufriendo mucho, necesitan ropa, alimentos, agua, medicinas y otros bienes para sobrevivir después del desastre”, señala el padre Maryono. “Los desplazados duermen en las calles y están sufriendo una gran tristeza y angustia”, añade.
En el recuerdo aún está muy presente el devastador tsunami de 2004 que causó la muerte de 168,000 personas en Indonesia. El terremoto ha destruido decenas de casas y vidas en este archipiélago y ha provocado más de 84.000 desplazados, según el portavoz de la Agencia para la mitigación de desastres naturales, Sutopo Purwo Nugroho. Los organismos humanitarios internacionales y países de todo el mundo han comenzado a enviar ayuda a los supervivientes. “El desafío de las tareas de rescate es enorme”, señala el sacerdote.
Cáritas Indonesia y el Catholic Relief Services se han movilizado para solicitar fondos internacionales y están contribuyendo al trabajo humanitario en varios ámbitos. Además, “los hospitales católicos de todo el país enviaron a su personal médico a la zona afectada para prestar ayuda”, señala a Fides la Hermana Paulina, de la Congregación de las Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo.
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