Managua – "Estoy seguro de que la gente de Costa Rica no dejará de mostrar su nobleza y espíritu fraterno", dijo Mons. Silvio Báez al comentar sobre los eventos del sábado pasado cuando una manifestación xenófoba contra los migrantes de Nicaragua terminó con violentos enfrentamientos entre grupos que tomaron las calles y la policía.
"Me duele mucho lo que han sufrido los nicaragüenses en Costa Rica, por ciudadanos costarricenses cegados por la xenofobia", dijo Báez. El obispo pidió a las autoridades del país vecino que no permitan actos xenófobos en Costa Rica: "Señor presidente, Carlos Alvarado, no permita que la xenofobia y la irracionalidad ensucien la nobleza de la gente de Costa Rica. Gracias por abrir el corazón y las fronteras de su país a tantos nicaragüenses que huyen de la represión", dijo. Monseñor Silvio José Báez es uno de los líderes de la Iglesia Católica de Nicaragua, promueve la defensa del pueblo contra las represalias del gobierno de Daniel Ortega y está presente en la mesa de "Diálogo Nacional" que comenzó bien pero que actualmente está bloqueado por la intransigencia del gobierno.
Hay que considerar algunas razones importantes en esta agresión xenófoba en Costa Rica. En primer lugar, debemos tener en cuenta el hecho de que Costa Rica ha experimentado una serie de complejos procesos políticos, económicos y sociales. Las elecciones presidenciales mostraron una cierta polarización político-religiosa que creó una confrontación de naturaleza ideológica. Luego, en las noticias nacionales, se ha notado que algunos actos criminales involucraban a algunos nicaragüenses. Todo esto ha generado información, a menudo falsa, sobre la supuesta "ola de criminalidad" en la que participaron los nicaragüenses. La disminución del bienestar tradicional en el sistema social y de salud, es otro elemento que induce a la tensión social.
Mientras tanto, en Nicaragua, el gobierno ha comenzado una campaña de deslegitimación y descrédito contra la Iglesia Católica, dando mucho espacio en la prensa oficial a noticias sobre sacerdotes involucrados en cargos de pedofilia de acuerdo con el informe de Pensilvania y también aconsejando a no confiar en los obispos y sacerdotes. La Conferencia Episcopal de Nicaragua está esperando una respuesta oficial para reanudar el Diálogo Nacional y avanzar en la búsqueda de una salida a la crisis que vive el país en los últimos 4 meses.
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