Nairobi - "Apreciamos los esfuerzos del Presidente Uhuru Kenyatta y de otros organismos de gobierno para erradicar la corrupción en Kenia, de una vez por todas. Esto es una guerra que no podemos perder", expresan los obispos de Kenia en un comunicado publicado al final de la reunión extraordinaria que celebraron el 17 de agosto. Los obispos subrayan que la lucha contra la corrupción es un proceso estratégico para el futuro del país y que debe llevarse a cabo de forma sistemática, involucrando a todos los estratos sociales.
El documento, enviado al Fides, recuerda el reciente escándalo sobre la importación de azúcar contaminada con mercurio y cobre en niveles diez veces superiores a los permitidos para el consumo humano. "Estamos preocupados por las denuncias que señalan que algunos diputados fueron sobornados para encubrir los hechos”, escriben los obispos, quienes subrayan: "Sólo la verdad salvará al país. Los kenianos quieren saber la verdad sobre este escándalo que amenaza las vidas de millones de ellos".
Además de la corrupción, el nepotismo está causando graves daños a la vida económica y social de la nación. “El nepotismo mina los principios del bien común y de la igualdad de oportunidades que todos los kenianos deberían tener”, sostienen también los obispos, quienes condenan esta práctica enérgicamente.
Los obispos finalmente recuerdan la huelga de maestros que se efectuará del 11 al 13 de septiembre; y a pesar de entender las razones de los maestros, llaman a “no amenazar los intereses de los estudiantes". Recordando además el aporte de la Iglesia Católica al sector educativo de Kenia, los obispos pidieron ser consultados sobre los aspectos relativos a las escuelas católicas.
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