Douala - Enseñar a cultivar plátanos para promover proyectos de microempresas, pero también para salvar a las propias plantas de la extinción. Este es el proyecto que han lanzado en Douala los jesuitas de Camerún. Una iniciativa que tiene un doble valor, formativo y ecológico, en un contexto no siempre fácil como el del país africano.
En Camerún más de tres millones de niños y niñas no alcanzan el nivel mínimo de educación básica. El 70% de las niñas son analfabetas. Este fenómeno es particularmente notable en las regiones del norte, donde más de un millón de niñas, de entre 10 y 19 años, no saben leer ni escribir .
Para hacer frente a esta situación, la Oficina de Desarrollo Jesuita de África Occidental ha decidido enseñar a estos jóvenes técnicas agrícolas que pueden ser útiles como base para la construcción de proyectos microempresariales. Los jesuitas han organizado un curso para cultivar plátanos a través del método Pif, que es el cultivo de plantas a partir de fragmentos de tallo. Es un sistema de propagación de banano muy eficiente desarrollado durante años. Esta técnica tiene la ventaja de poder ser realizada por productores locales, que usan materiales vegetales a los que tienen fácil acceso a bajo coste. El rendimiento es excelente. Es posible producir entre 10 y 30 plantas a partir de un único tallo. Los plátanos obtenidos son plantas fuertes y saludables.
El curso de los jesuitas está dividido en dos sesiones. La primera está dedicada a la teoría. La segunda parte está dedicada a la práctica. Se trata de hacer germinar las plantas, un proceso que se puede llevar a cabo con brotes especiales o en recipientes comunes, como las cestas. Algunos estudiantes ya han comenzado a poner en práctica lo que han aprendido.
“Esta nueva técnica, - explica Robert, uno de los estudiantes -, es sencilla, barata y rápida. Tengo una pequeña parcela de tierra y quiero plantar al menos cuatro mil plantas. Si mi proyecto tiene éxito podría convertirse en un buen negocio”.
La técnica también podría tener importantes repercusiones en la supervivencia del banano, que corre el riesgo de extinguirse. La voz de alarma la lanzaron a finales de 2017, y de nuevo en junio de 2018, varias organizaciones medioambientales. Hay un hongo estaría destruyendo plantaciones enteras en América Latina y Asia. Poder reproducir plantas en lugares seguros podría, por tanto, dar un futuro a los plátanos, al menos en África.
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