Bujumbura - “El ultimátum expiró el sábado, pero nadie sabe qué consecuencias podrá tener. Parece que el gobierno también está asustado” dicen a la Agencia Fides fuentes de la Iglesia en Bujumbura, capital de Burundi, donde el sábado 7 de noviembre, ha finalizado el ultimátum lanzado por el gobierno del presidente Pierre Nkurunziza a la oposición armada, para que depongan las armas . “La sensación es que la situación está fuera de control en absoluto”. Las fuerzas de seguridad, han comenzado los controles y ha registrar todo en los barrios de la capital considerados bastiones de la rebelión.“Una docena de personas fueron asesinadas el 7 de noviembre, el descubrimiento de nuevos cadáveres asesinados durante la noche lleva tiempo siendo un hecho cotidiano. Esta mañana se han oído disparos en otro barrio de Bujumbura, donde han enviado refuerzos de la policía, mientras que los habitantes de los barrios de la oposición están abandonando sus hogares para buscar refugio en zonas consideradas un poco más seguras” dicen las fuentes de Fides.
La crisis de Burundi estalló tras ser conferido un tercer mandato a Nkurunziza, en violación de la Constitución y de los acuerdos de paz de Arusha, algo que suscita gran preocupación en la zona de los Grandes Lagos y en la comunidad internacional. La Iglesia ha organizado una novena por la paz del 13 al 22 de noviembre.
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