Luanda - Continuar el proceso de paz y la unificación nacional. Es lo que piden los obispos de Angola en su carta pastoral, enviada a la Agencia Fides, publicada con motivo del 40 aniversario de la independencia nacional de Portugal.
Al trazar la historia de la independencia del país, los Obispos recuerdan que se ha pasado de la guerra contra el colonizador a la guerra civil, con una injerencia extranjera pesada. Ahora que el país finalmente ha encontrado la paz , debe tenerse en cuenta que “la paz y la reconciliación no es un hecho adquirido de una vez por todas, sino una tarea y un horizonte indispensable que requiere un trabajo continuo”.
“Así que estamos aprendiendo a renovar nuestra mentalidad, despojándola de todos los males y prejuicios que nos ponen unos contra otros; estamos aprendiendo a respetar los derechos y dignidad de los demás; estamos consolidando la unidad nacional y el fomento del espíritu patriótico. Por último, estamos construyendo una verdadera familia en Angola, en la diversidad y la belleza de su mosaico cultural. Para esta tarea Angola necesita a todos sus hijos e hijas, sin exclusión ni discriminación de ningún tipo”.
“En este contexto – continúa el documento -, cada uno de nosotros, en el marco de sus competencias, tiene tareas urgentes que deben llevarse a cabo para que los frutos de la independencia sean permanentes y apreciados por todos”. Entre los problemas que se deben abordar están: reducir la brecha entre el extremadamente rico y los que son muy pobres; promover el derecho a la libertad de conciencia, de reunión, la libertad de asociación, de manifestación, de expresión y de información, garantizadas por la Constitución, para que los ciudadanos puedan ejercer una ciudadanía consciente, responsable y participativa; mejorar la educación básica y profesional “para superar la oscuridad de la ignorancia y el oscurantismo que mantienen a comunidades enteras atrapadas en sus creencias opresivas”.
“Por último, salvaguardar la dignidad de nuestra cultura de origen cristiana contra el fanatismo religioso y cultural de ciertos a subproductos de la globalización que tratan de banalizar a Dios, la vida y la familia, con la importación de modelos extranjeros al pueblo de Angola y a su cultura como las uniones de personas del mismo sexo”. Los Obispos concluyen renovando la consagración de Angola al Inmaculado Corazón de María
Publicar un comentario