Mongu – Un grupo de investigadores, con el apoyo del fondo Cultivando el Futuro de África , una iniciativa financiada por el Centro de Investigación para el Desarrollo Internacional de Canadá y el Centro Australiano para la Investigación Agrícola Internacional, está trabajando un nuevo proyecto para limitar la pérdida de pescado después de la captura. El proyecto, con una duración de tres años, tiene como objetivo mejorar la eficiencia, reducir los desperdicios y promover una mayor igualdad entre hombres y mujeres que trabajan en el sector pesquero. Está dirigido por científicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería, de la Universidad de Zambia y por la organización internacional WorldFish.
Según las estimaciones, el África subsahariana tiene la oferta más baja de pescado pro cápita en todo el mundo, y se prevé que caerá de un 20% más en los próximos dos decenios. Las principales razones son las deficiencias en la elaboración y en la gestión. En países como Malawi y Zambia la mala gestión posterior a la pesca es una de las razones de la disminución en el consumo de pescado entre la población. Los investigadores están trabajando para reducir las pérdidas a través de intervenciones piloto con las comunidades pesqueras de la llanura Barotse, en Zambia, y del lago Chilwa, en Malawi. En general, el pescado en la zona se conserva ahumado o se deja secar al aire libre, y sólo pequeñas cantidades se venden frescas.
Sin embargo, el pescado procesado de esta manera es muy frágil y altamente perecedero durante el transporte, con el consiguiente daño a su calidad y valor. A través de cuatro técnicas nuevas, se está comenzando el secado al sol bajo la cubierta de toldos de plástico que protegen el pescado de polvo, insectos y cotros agentes atmosféricos. Con las otras dos técnicas, una llamada Choka-Kiun, que utiliza menos madera para ahumar el pescado, y el uso de hielo poco común, la comunidad de pescadores del oeste de Zambia pronto podrá limitar las condiciones de pobreza de la población.
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