El director del Cuamm explica que más de 200.000 personas viven en los dos distritos de Bocaranga y Ngaundaye. “Son zonas inseguras. En 2013 comenzaron los enfrentamientos entre los rebeldes antigubernamentales apoyados por Francia y el ejército regular apoyado por Rusia, al menos eso dicen. Son muchos los que buscan las materias. Y son zonas muy pobres. En el pueblo de Bocaranga no pudimos ni siquiera encontrar pan, el agua era difícil de encontrar, y sólo cenamos gracias a la buena voluntad de una señora. El hospital, un centenar de camas con casi mil partos al año, garantiza el diagnóstico y el tratamiento gracias a los veinte años de presencia de una enfermera especializada que abarca desde las cesáreas hasta las amputaciones. No hay laboratorio, muy pocas medicinas, ¡no hay médico! La acogida de las autoridades sanitarias del hospital fue emotiva y fraternal”.
También se ha puesto en marcha la máquina de vacunación contra el Covid. “Las dosis de fin de año también están llegando a Bocaranga. Comprobamos los registros del hospital: del 17 de enero al 3 de febrero de 2022, se vacunó a 958 personas, empezando por los trabajadores sanitarios. Nos hemos comprometido a apoyarles abriendo otros puntos de vacunación entre los 32 centros periféricos que gestiona el distrito. De este modo, estamos integrando la vacunación contra el Covid con la vacunación contra otras enfermedades comunes. Basta con decir que sólo el 25% de los niños están vacunados contra el sarampión”.
Don Dante reitera con firmeza que hay que apoyar la vacunación contra el Covid en África en todos los sentidos, “más allá de las simplificaciones que a veces leemos en los periódicos. Hay que hacerlo porque es lo correcto, nos protege también a nosotros y refuerza los frágiles sistemas sanitarios locales: tres objetivos en uno”.

Publicar un comentario