Al-Fāshir – Varios niños que viven en campos de refugiados en la ciudad de Saraf Umra, el Darfur del norte, siguen muriendo de una enfermedad que aún no ha sido identificado y que ha comenzado ha extenderse entre la población hace unos dos meses. En sólo una semana en los campos de Dankoj y Jebel han muerto 10 personas, 7 de ellos niños. Según fuentes locales, que han referido la situación a la Agencia Fides, los síntomas de la enfermedad implican hinchazón en el cuerpo, fiebre alta, diarrea, vómitos y dolor en las articulaciones. Los casos registrados en el hospital en Saraf Umra son muchos, pero no hay estadísticas sobre el número de muertes en toda la localidad.
En una declaración a Radio Dabanga, el coordinador de los campos de refugiados ha criticado a los médicos del hospital por no identificar o notificar la enfermedad al Ministerio de Salud local y ha solicitado el envío de personal médico para el diagnóstico de los contagios y para que se proporcionen medicamentos.
Ya hace un mes se había reportado un brote de una enfermedad desconocida y la escasez de medicamentos. Además, en septiembre, después de las lluvias torrenciales, debido a las aguas estancadas y a la proliferación de los mosquitos, habían muerto varias personas, incluidos niños. La enfermedad apareció por primera vez en Jayeen Thilo y Subyan Khavo, al oeste de la localidad de Saraf Umra, así como en los pueblos de Melessa y Numera al este de Saraf Umra.
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