Lima – Hoy, 16 de noviembre se cumplen 50 años del “Pacto de las Catacumbas”, que marcó un momento particular en la vida de la Iglesia, sobre todo en América Latina, como subrayan los misioneros jesuitas del Perú en la nota enviada a la Agencia Fides.
Durante el Concilio Vaticano II un grupo de obispos, sobre todo de América Latina, encabezados por el arzobispo de Olinda y Recife, Mons. Helder Cámara, se reunió regularmente para discutir el tema de la “Iglesia de los pobres” que Juan XXIII había propuesto. El 16 de noviembre de 1965, apenas unos días antes de la clausura del Concilio, numerosos Padres conciliares – al principio eran 40 - se reunieron en las Catacumbas de Santa Domitila, en Roma, para celebrar juntos la Eucaristía y firmar un “compromiso” al que se sumaron poco después otros 500 obispos.
El documento, conocido posteriormente con el nombre “Pacto de las Catacumbas”, comprometía a todos los que lo habían firmado a vivir imbuidos del espíritu del Evangelio, en pobreza y humildad, lejos del poder, con el corazón y la mente en el ministerio pastoral.
El texto recibido en la Agencia Fides subraya el compromiso de los firmantes a nivel personal y a nivel pastoral, sugiriendo opciones para la evangelización dirigidas a los más marginados y vulnerables. El último párrafo del compromiso dice así: “Al regresar a nuestras respectivas diócesis, daremos a conocer a los fieles nuestra decisión, pidiéndoles que nos ayuden con su comprensión, su ayuda y sus oraciones. ¡Señor ayúdanos a ser fieles!”.
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