ASIA/MYANMAR - Miles de víctimas a causa de las fuertes inundaciones

Yangon – El Gobierno birmano ha declarado el estado de calamidad en las regiones centrales y occidentales de Myanmar, es decir en Chin, Rakáin, Magwe y Sagaing, las más afectadas por las inundaciones que continúan a causar victimas. Hasta ahora se pueden contar más de 200 mil después de dos semanas de lluvias intensas.
Varios organismos, civiles, militares, organizaciones humanitarias están trabajando para llegar a las zonas afectadas con agua, comida, mantas, medicinas y otras necesidades básicas. El desastre ha destruido 12 puentes en el distrito de Tamu, en el departamento de Sagaing, donde unas 5.300 personas han sido evacuadas a centros de acogida. En el pueblo de Kale, al noroeste de Sagaing, se han registrado más de 7.000 víctimas, y 400 kilómetros cuadrados de cultivos han quedado inundados y se han perdido.
La Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios ha declarado que el crecimiento del nivel del agua ha causado graves daños a las infraestructuras y a las tierras de cultivo en Sittwe, la capital del estado de Rakáin, donde unos 100.000 miembros de la minoría musulmana perseguida de los rohinya viven en campamentos de refugiados desde el inicio de la ola de violencia sectaria en 2012. En Magway, las poblaciones de los alrededores, unas 70 aldeas del distrito de Pwintbyu se han visto obligadas a buscar refugio en escuelas y monasterios, mientras que en Haka, estado de Chin, al menos 100 viviendas han quedado destruida por los deslizamientos de tierra.
El volumen del agua del río Irrawaddy, que cruza el país de norte a sur, ha alcanzado un nivel crítico en el pueblo de Pyay, donde las autoridades han alertado a todos los residentes de las zonas de riesgo para que se trasladen a los refugios. La ciudad de Pdaung, a 10 kilómetros al sur, está completamente inundada. Casi todos los años, las lluvias del monzón, que caen entre junio y octubre, causan inundaciones en el país. En mayo de 2008, el tifón Nargis causó 138.000 muertos, 800.000 personas sin hogar y 2 millones y medio de víctimas.