Baghdad - “Fue horrible. Nunca olvidaré el terror impreso en el rostro de decenas de miles de personas. Estaban convencidos de que el Isis les mataría”. Con tan sólo 22 años de edad, Rami es uno de los refugiados cristianos alojados en el centro Mar Elia, el campamento de refugiados gestionado por la Iglesia en Erbil, capital del Kurdistán iraquí.
En un comunicado enviado a la Agencia Fides, el joven cuenta a Ayuda a la Iglesia Necesitada aquella trágica noche entre el 6 y 7 de agosto de 2014, cuando él y su familia tuvieron que huir de Qaraqosh junto con otros 60 mil cristianos . “Cuando el ejército kurdo se retiró sabíamos que nadie nos habría defendido del Califato. Tenía tanto miedo que con las prisas por escapar me fui de casa sin mis documentos”.
La familia de Rami llegó a Erbil, a la una de la noche. “La ciudad estaba llena de refugiados y el primer día dormimos en el jardín de la iglesia de San Elías. Sólo unas semanas después nos trasladamos a una tienda”.
Al igual que muchos otros cristianos iraquíes, el joven no era la primera vez que se encontraba en la condición de refugiado, ya que se había mudado a Qaraqosh en enero de 2014. “Habíamos dejado Mosul porque la ciudad se había vuelto demasiado peligrosa - refiere a ACN -los yihadistas habían secuestrado a varios cristianos y temíamos por nuestras vidas”. Hoy Rami y su familia viven en la “Aldea Padre Werenfried” en una de las 150 estructuras prefabricadas donadas por Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Desde junio de 2014 hasta la fecha, ACS ha llevado a cabo proyectos en favor de los cristianos iraquíes por un total de más de 8 millones de euros. En los últimos días, la fundación ha aprobado una contribución adicional de 2 millones de euros, para seis meses de alquiler de los alojamientos en los que viven miles de refugiados cristianos.
Después de un año de su fuga, la Iglesia sigue siendo el único punto de referencia de los cristianos iraquíes.
“Tratamos de mantener a los fieles siempre ocupados, especialmente a los chicos”, dice el padre Douglas Bazi, el sacerdote caldeo que dirige el centro de Mar Elías. “Cada día disminuye más en los refugiados la esperanza de volver a casa, pero a pesar de todo nunca han perdido la fe en el futuro. El 6 de agosto, es para nosotros un día de dolor, pero también de esperanza. Por qué es el día en que Dios nos ha salvado”. Ayuda a la Iglesia Necesitada ha lanzado hoy, 6 de agosto, una jornada internacional de oración para recordar el primer aniversario de la huida de 120.000 cristianos de la Llanura de Nínive. Es posible unirse a la campaña a través del hashtag#PrayForIraq e #WeAreChristians.
Baghdad - “Fue horrible. Nunca olvidaré el terror impreso en el rostro de decenas de miles de personas. Estaban convencidos de que el Isis les mataría”. Con tan sólo 22 años de edad, Rami es uno de los refugiados cristianos alojados en el centro Mar Elia, el campamento de refugiados gestionado por la Iglesia en Erbil, capital del Kurdistán iraquí.
En un comunicado enviado a la Agencia Fides, el joven cuenta a Ayuda a la Iglesia Necesitada aquella trágica noche entre el 6 y 7 de agosto de 2014, cuando él y su familia tuvieron que huir de Qaraqosh junto con otros 60 mil cristianos . “Cuando el ejército kurdo se retiró sabíamos que nadie nos habría defendido del Califato. Tenía tanto miedo que con las prisas por escapar me fui de casa sin mis documentos”.
La familia de Rami llegó a Erbil, a la una de la noche. “La ciudad estaba llena de refugiados y el primer día dormimos en el jardín de la iglesia de San Elías. Sólo unas semanas después nos trasladamos a una tienda”.
Al igual que muchos otros cristianos iraquíes, el joven no era la primera vez que se encontraba en la condición de refugiado, ya que se había mudado a Qaraqosh en enero de 2014. “Habíamos dejado Mosul porque la ciudad se había vuelto demasiado peligrosa - refiere a ACN -los yihadistas habían secuestrado a varios cristianos y temíamos por nuestras vidas”. Hoy Rami y su familia viven en la “Aldea Padre Werenfried” en una de las 150 estructuras prefabricadas donadas por Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Desde junio de 2014 hasta la fecha, ACS ha llevado a cabo proyectos en favor de los cristianos iraquíes por un total de más de 8 millones de euros. En los últimos días, la fundación ha aprobado una contribución adicional de 2 millones de euros, para seis meses de alquiler de los alojamientos en los que viven miles de refugiados cristianos.
Después de un año de su fuga, la Iglesia sigue siendo el único punto de referencia de los cristianos iraquíes.
“Tratamos de mantener a los fieles siempre ocupados, especialmente a los chicos”, dice el padre Douglas Bazi, el sacerdote caldeo que dirige el centro de Mar Elías. “Cada día disminuye más en los refugiados la esperanza de volver a casa, pero a pesar de todo nunca han perdido la fe en el futuro. El 6 de agosto, es para nosotros un día de dolor, pero también de esperanza. Por qué es el día en que Dios nos ha salvado”. Ayuda a la Iglesia Necesitada ha lanzado hoy, 6 de agosto, una jornada internacional de oración para recordar el primer aniversario de la huida de 120.000 cristianos de la Llanura de Nínive. Es posible unirse a la campaña a través del hashtag#PrayForIraq e #WeAreChristians.
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