San Salvador – Muchos fieles han recordado con música y flores en la cripta de la Catedral Metropolitana, la fecha de nacimiento del beato arzobispo Oscar Arnulfo Romero de El Salvador.
Oscar Arnulfo Romero nació el 15 de agosto de 1917 en Ciudad Barrios, departamento de San Miguel, hijo de Santos Romero y Guadalupe de Jesus Galdámez.
El pasado 23 de mayo ha sido declarado oficialmente “beato” en una celebración en la capital de El Salvador ante miles de fieles llegados de toda América y del mundo entero.
Durante la solemne celebración de beatificación, en su homilía, el Card. Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, destacó que la opción por los pobres de Romero “no era ideológica sino evangélica. Su caridad también se extendía a los perseguidores a los que les predicaba la conversión al bien y a los que aseguró su perdón, a pesar de todo”. Mons. Romero no se desanimó ante las amenazas de muerte o las críticas que recibía todos los días, de hecho, seguía adelante sin rencores a nadie, por eso, subrayó el cardenal, no es un “símbolo de división, sino de paz, armonía, hermandad. Damos gracias al Señor por su fiel servidor, que ha donado a la Iglesia su santidad y a la humanidad su bondad y mansedumbre”
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